jueves, 27 de diciembre de 2012

MARUJA SCOTT

MARUJA SCOTT

(chilena)

ESPERA

No sé como decirlo.

te esperé
desde la hora de mi infancia.

La primavera trae
suerte para el amor
y así despierta mi ilusión.

Hermosa entre flores,
como mágica luz,
fragante néctar
para brindar por el amor.

Multitud de ángeles
sonrientes me espera
para cambiar
de escena a mi corazón.

MIS CARTAS

Tú inspiras mis ideas,
atraes imágenes rosas
a mi alma púrpura,
llenas la realidad de sueños,
acaparas la brisa suave
de todos los amaneceres alegres,
compañías de las esperanzas
que acaricias en primavera
y nacen las amapolas rojas;
al saber de tu risa dulce
haces brotar momentos calmos
en este mar azul cielo.
Tú insoiras mmis cartas
que se realizan en poesía.

DESEOS

Sentí mi sangre caliente
con ese abrazo que rodeó
mi delirio de cristalera.
después de tanta espera.

Tus manos tocaron mi cuerpo
y recorrieron mi talle
como suaves pétalos deseados.
i
Deslizaste mi vestido
para llegar al color carne de mi piel
y tus besos y mi perfume acariciaron
ideas de tantos años dormidas.

Alcanzaste mi alma,
mi sexo y mi razón;
solo quedó un oleaje espumoso
de efímera felicidad.

lunes, 24 de diciembre de 2012

MANUEL CUENYA

MANUEL CUENYA
1967 -
(español)

NOCHEBUENA

El mejor modo de pasar la Nochebuena es estar con una bella y afectuosa compañía. Ser feliz observando a la gente feliz que uno quiere. Cenar pronto o tarde, eso no importa, pasear o bien acurrucarse al amor de la lumbre, escuchar música vibrante y placentera: el oratorio de Navidad de Juan Sebastian Bach, está muy bien, pero podrían ser también otras músicas posibles, leer algo o nada, escribir un aforismo, una greguería, incluso un micro, o nada, sentir, eso sí, sentirlo todo de todas las maneras, sentir la libertad, algo imprescindible, volar aunque sea en sueño, acostarse con las palabras acariciadoras, siempre en dulce compañía, sentirlo todo... el placer inmenso de estar vivo, gozar de salud y tener la temperatura afectiva adecuada, al lado de un brasero, que procure asimismo la temperatura ambiental necesaria, mientras afuera nieva con esplendor navideño. Y para rematar la velada de la nochebuena, lo mejor, lo más saludable es dormir sereno, en paz, con la placidez de los ángeles (o las ángelas) y soñar, eso sí, con mundos hermosos y posibles. 
Gracias, amor, por estar ahí.



EL SILENCIO

La noche en calma invita a soñar. Y soñar es algo que no podemos ni debemos perdernos porque tu noche es mi noche. Soñar, incluso despierto. Hamacado por el silencio de la oscuridad, que se perfila serena. El silencio, ay, convertido en música tranquilizadora. Dejarse arrullar por el silencio. Abrazar la noche. Dormir en paz. Sentir que la vida es Amor. Regresar a una infancia dulce y soñada. Hablar con el tiempo presente. Aquí y ahora. Besar el silencio. Volver a la serenidad. Alcanzar las estrellas. Tocar el meollo de la noche, que se revela hipnótica. Seguir amando. En silencio. Acunado por un tiempo fluido y aromático. Acariciar la noche. La noche en calma, que palpita bajo tus párpados, vitales y rosa. Soñar incluso dormido. Soñar es algo esencial, insustituible. Dejarse amar. Amar y ser amado. Lo mejor que te puede pasar. Volver a dormir bajo un castaño milenario, a orillas de un manantial. Sentir el tiempo. La cara visible de la luna. Estar y ser. Saber que la vida es intensa. Hablar con el amor. Amor. Tú. Cerca de ti. Beso tu noche. Beso tu sueño. Y tiemblo. Porque estoy. Y fluyo. La noche, esta noche de sueño, bajo la sonrisa iluminada de tu tiempo. Vibrando hacia el universo por los valles y montañas de nuestro aquí y ahora.  
Soñar, sí, soñar que tocamos el centro del universo, infinito y rojo. 


MEMORIA DE LOS ASESINADOS Y LAS ASESINADAS

Bañados en sangre y lágrimas, caminamos a tientas, en la oscuridad de la noche, en medio de un monte sin esperanza.

Al otro lado, las hienas acechan tras las sebes del odio, irracional, desmedido, en una arboleda perdida. El odio incendia el matorral y calcina la memoria afectiva.

Hay charcas de sangre que siembran el dolor en las cunetas, donde crecen flores muertas y arbustos escarchados.

La soledad y el miedo, en mitad de la nada, acaban congelando nuestras entrañas, mientras nos perdemos entre la niebla espesa en un invierno inacabable. Nuestras gargantas se resecan en gritos silenciosos como lobos heridos de muerte. Ya no será posible el retorno. No nos queda ilusión. Sólo miedo, un miedo atroz y un vacío inmenso, que revienta como una herida profunda, salpicando la historia.

La guerra y las guerrillas fusilan los sueños y la memoria. Y la crueldad se impone, amarga y viciosa, como una bandera sangrienta. Chorrea el odio. Chorrea el crimen. 

Las pozas, donde estamos enterrados, supuran sangre coagulada. Las huellas de nuestra historia más reciente siguen pesando como losas fúnebres. Los barrancos huelen a carne fratricida.

El eco infinito de los disparos retumba en nuestro subconsciente colectivo, allá en lo alto de las peñas, acá en el fondo de nuestra alma. Aún escuchamos los gemidos de los moribundos. Aún sentimos el sufrimiento, una acidez que nos sigue doliendo en lo hondo del corazón.

Al otro lado del olvido, las peñas y las fosas adquieren formas humanas. Allí nos pudrimos los hombres y las mujeres que ya no podremos soñar, con el rostro ensangrentado y las mandíbulas desgarradas, tumbados, panza arriba, con una hinchazón de piedras y tristeza.

Hay charcos de sangre y paisajes de tortura que inundan el tiempo de quienes ya no tendremos ocasión de amar: asesinados, desaparecidas, paseados, inocentes, olvidadas: la fosa de los asesinados y las asesinadas.



Bajo la triste luz de una bombilla

A la memoria de mi cuñado, muerto de infarto, con las ilusiones intactas, hace ya tres años. 


Sientes su muerte, la muerte
desgarrado 
entre el vacío y una luz de bombilla
que te escalofría
como si tú también hubieras muerto
porque el tiempo sigue aniquilando por igual 
a unos y otros
en una rueda interminable

Sientes su muerte
con el punzante delirio de un biusturí
que raja las esperanzas
y un corazón con olor a tanatorio

Intentas abrir la persiana del porvenir
y sólo encuentras vísceras

Miras hacia atrás
a la carretera tantas veces recorrida
y sólo ves muerte

Necesitas aprender a mirar de nuevo
bajo la triste luz de una bombilla
con la mirada inocente de un querubín
rubio platino 
bajo el Pegaso
exprimir el jugo de lo adverso
tumbado, boca arriba
en espera de un sueño reparador 
que te devuelva la vida
un domingo gris y helado
solo, bajo la luz de una bombilla

viernes, 21 de diciembre de 2012

CECILIA ADOREZ

CECILIANA ADOREZ
1959 -
(chilena)


ENTRE LA NIEBLA

A veces creo que que debo ir contra la corriente,
entre la niebla,
bajo la lluvia,
detrás de una cortina de hojas tristes,
girar en círculos encerrada en una burbuja.
otras veces,
creo que ya he enfrentado la corriente
y camino a ciegas
en la noche.
Pero me sorprende la gran fuerza,
que me sostiene
y que me hace salir triunfante
de todas las tempestades de la vida

miércoles, 12 de diciembre de 2012

CECILIA VARGAS RETAMAL

CECILIA VARGAS RETAMAL
1964 -
(chilena)

A POR TI


Salí a buscarte
con las cuencas abiertas
de par en par, 
por la puerta sur del universo
seguí los atajos del misterio.

Fue aquí donde estalló mi beso
en auroras australes de verdes y flúor,
decretando en el rincón
mas profundo de tus adentros
mi amor amanecido en
clandestinas melodías.

Y ya no se donde termina la realidad
y comienza la locura,
la demencia de sentir
como fluye tu sangre aquí a mi lado.

Los acordes del viento
me traen tu atlántico aroma,
bajo el embrujo del sur te alcanzo 
en tus rotundas lejanías.

Del barro húmedo emerges, 
beso tu rostro, tu piel cansada
de soles y nostalgias 
te acuno entre mis brazos de cigarra muda   
y con mil labios desgrano tu nombre, 
como una sentida plegaria.

Y es tu voz el pábulo de mis sueños   

primicia de un mañana no lejano.
Allá, un sol inmenso 
castiga los potreros, 
cuando arribes a mis tierras
la noria de mis ojos 
lloverá en tus manos.


/
 
ALMAS VIEJAS 

Llegas a mi coronado de inviernos 
a través de las rajas del aire,
mil años de esperar tu presencia,  
la sonrisa congelada en el rostro
y en tus ojos ya no llueven estrellas.
 
Por los confines del universo
has vagado, alma antigua,
vienes a renovar los rituales del fuego,
no olvido que tus labios 
me enseñaron a transitar 
las hogueras por dentro.
 
Al borde de esta procesión de soledades
coseré  mis palomas a tu boca,
ellas beberán los amargos 
resabios de tus muertos,
esos que arrastras con los pies atados.


Depone las navajas oxidadas 
el duelo y la mortaja,
desenterremos unidos 
aquellos abalorios postergados,
deja secar tus botas 
en mis ventanas ,  
y ven , ven y sumerge 
las raíces de tus manos en mis carnes.


Desde nuestros ayeres,
tu lírico espíritu de riachuelo 
me convoca después que muere la tarde,
apoyados en los robles,
es la espalda de Dios quien nos sostiene.


Volvamos a celebrar los rituales de la piel 
en los claros del bosque ,
despertando a tu lobo solitario

y mi antiguo instinto de hembra salvaje

hasta hoy día confinados a la omisión
y estallemos en un solo alarido
que tiña de rubor el próximo amanecer.


Y como dos orugas 
 habremos trepado nuevamente
el tronco de la vida 
 hasta entonar el profundo himno
 que cuenta la historia de nuestro génesis .
 
ME BUSCABAS
 
 
 Tú me buscabas,
en los resabios de mi araucana greda
guardando entre tus carnes la llave de mis sueños 
en las grietas que esconden una aurora
y la ilusión de escapar a un cielo nuevo
a los antiguos días de soles infinitos 
coronando mis primeros años.

Redúceme a la palma de tus manos viejo amor
con tan solo una mirada
a un estremecimiento de huesos
antes de vaciarme en un suspiro,
a una gota de sudor
rodando con lentitud de ocaso por tu espalda.

Quiero echar los ojos atrás desde tu vientre
y volcar los pedazos del reloj 
destrozado por tus manos
sobre los tiempos yertos.

Restaura las alas del deseo amor,
liberando aves ciegas
que no baten vuelo al fondo del pecho
quiero beber un aguacero sureño
directo de tus labios
y encontrar en tu memoria la canción
que el viento susurraba desde la niñez,
esa melodía que mis cigarras aprendieran 
bajo la niebla que esparce el río Donguil.


Tu me buscabas amor ..y me has hallado
bordando soledades, desenrollando el último
ovillo azul de la esperanza.
 
 

viernes, 30 de noviembre de 2012

ALICIA DAUVIN DEL SOLAR

ALICIA DAUVIN DEL SOLAR
1944 -
(chilena)





LEBU EN MEDIO DE LA NIEBLA

Allá abajo en la hondonada,
bajo el manto de la niebla,
hay un pueblo.
Nadie lo sabe.
Todos duermen...

La vida misma aletargada,
pero algo late en medio del aire
mojado por la niebla. Es la pobreza
que siempre viene para quedarse
sobre mi puerto hundido y hondo.

Desde el faro en lontananza,
hasta las calles del pueblo anochecido
llega la suave oquedad del agua.
Y como anaconda taciturna repta
en todo su anchor por los patios,
por el muelle. De la casa ni se mueve.


Quizá el viento del verano
descompense la humedad
que del mar se levanta
Y deshumedezca las risas.
Entonces mi niño bajará corriendo
con su aro de metal hasta la plaza.

Si el Sol llega para quedarse,
habrá frutos en las quintas,
alguien llegará a visitar la casa,
y a lo mejor yo vuelva a recordarte
marino inolvidable en medio del oleaje.

Pero aún está la niebla
y como un mar se levanta,
atraviesa todas las cosas:
Se acuesta sobre el huerto.
Inunda el jardín hasta las cercas.
¡OH, Padre! se echa como alimaña
sobre nuestras vidas.

Hay niebla.

DIAS DE LLUVIAS Y DE ESPERANZAS

El día de la risa cae al pantano dormido.
Cae a los nidos, a la angustia y tiembla.
Cae sobre los rascacielos y tiembla.

El día tan lluvia de esperanzas.
El día tan gris de tristezas.
El día tan mío bajo el sol de la casa.

¿Si el día cierra las nubes?

Se siente resucitar a los espantapájaros.
Mugen las bestias con la espalda contra la tormenta.

¿Y si las abre?

Mi risa una corriente dulce, espontánea,
Que te asombra por dentro, crece y te hace vivir.

La noche incesante entrona la puerta
Y entra el deseo y canta



ABRIL LLUVIAS MIL


Lluvia, lluvia,
persistente lluvia.
Sinfonía que mueve al paisaje.
Un concierto
de hoja en hoja,
peldaño a peldaño verde.
Desde el ápice a la tierra
Dios desciende a su monasterio.

El viento pasa de costado
Y enreda su manto
entre las púas de los naranjos.
Geranios y achiras
Pintarrajean su túnica algodonada.

Es Presencia
Extendida sobre el huerto,
como anunciación del agua.
Y crujen las sandalias
sobre las ramas secas.

Un ave de misterioso vuelo
Abre la puerta. Ronda la casa.
Y vibran las cosas
Con el vaivén de las alas.
Pasa el misterio.
Pone su aldaba.

Presuroso
bajo el manto de la lluvia
Se aleja por el valle,
Asciende entre los cerros.
Y un cuerpo de soslayo
Alcanza la montaña.

Pero en el cristal de la ventana
Una gota de luz. Pupila encantada,
Revisa absorta las palabras
Que por un desliz
Bajan por mi mano.




ÉL ha puesto su ojo
Donde yo pongo la mirada.

Y me quedo ahíta
Con su inmortalidad fehaciente
Paseando bajo la lluvia.
Entre – tenidos
Escribiendo este poema.

Es el Otoño.
No es más que un concierto de hojas
húmedas arrastradas por el viento.

Es la atención que pone mi alma
En la resurrección del huerto.


Post silensium
Acaece la lluvia

martes, 27 de noviembre de 2012

DIEGO DUBLÉ URRUTIA

DIEGO DUBLÉ URRUTIA
1877
(chileno)

I
POR LAS CALLES

¿Junio! Mes de las aguas, mes de las brisas,
mes en que hacen los pavos su testamento
y en que las rubias ostras-monjas clarisas-
romen la celda nácar de su convento;
mes que envuelve en corrientes y camanchacas
las solitarias islas del mar amargo,
y en que si el pasto verde sobra a las vacas
también está la muerte de mantel largo;
hoy es el último día, lo dice el tono
de las campanas ebrias y el grito humano
con que sale a la pesca con su patrono
todo lo que hay de lobvos en Talcahuano.
La mar está de gala; por hoy el viento
se ha metido en los mares galantemente,
y en los muelles y ranflas, que es un contento,
como furel varado brilla la gente.
Hierve la mar de barcas. Las velas curvas
juegan al sol, llevadas a la bolina,
y llega el santo pifian las turbas
a un bergantin que cruza la Quiriquina.
¡Qué frescura de tarde!¡Qué algarabía!
¡Qué ladridos de perros y hablar de gringos!
Si parece que uniera este solo día
toda la transparencia de diez domingos...

Trajes negros, azules. blancos y rojos
bordan las serranías que el golfo lame,
y no hay techos, ni grúas, ni cabos flojos
donde la gente de aguas no se encarame.
Y la campana suena que ya es locura,
y estallan voladores, que viene el viejo,
y de pronto la gente ve al señor cura
que sale abriendo cancha por un callejo...
Sube la grita entonces, se oyen los sones
de la charanga, ondea la masa humana
y en un moven pañuelos en los balcones
que parece un incendio cada ventana.
Trae el olor a incienso de ventolina
y en seguida, entre coros de canto llano,
con la cruz aparecen tras de una esquina
dos rojosmmonaguillos y un cura anciano.
Lento como un navío, cantando a secas,
sigue después un chantre cubierto de oro,
lanzando agua bendita con grandes muecas
para salud del suelo que aún está moro...
Y en seguida la gente, ya sin aliento,
ve aparecer con paso que desazona,
junto al morada obispo, que va muy lento,
el coro de canonjes de la Pencona:
solemnes, revestidos con antiparras
y dando miraditas a los balcones,
van cantando el breviario, con voces charras,
entre nubes de incienso y aclamaciones.

Pero el santo no sale. "¿Qué le ha pasao?"
Grita la turbamulta, y opina un viejo:
"Es que fuma, ño Peiro yb habrá bajao,
pa comprar un cigarro que el piaje es lejo..."
Salta una vieja entonces: _"Pero judío,
límpiate esos hocicos como Dios manda,
no vis que no son brutos el hijo mío
ni los hombres de carne que traen l·anda?"

Y antes que ella concluya, la turba estalla
en un apotosis de chivateos..
Es que el señor San Pedro sale a la playa
entre lluvias de flores y balanceos.
Y al son de la campana que allá repica,
corre el clamor en olas por la ribera.
Desde los muelles viejos a Villarica
llenando con sus ecos la tierra entera;
y suena un cañonazo y otro responde,
y con el himno patrio que ya despunta
mil tiros disparados, quién sabe a dónde,
todas las cabelleras ponen de punta.

              * * *
Sobre sus andas de oro San Pedro viene
entre cuatro banderas con flecos de oro;
¡feliz cofradía que lo sostiene
sobre sus musculosos hombros de toro!
Su pesca será doble desde mañana
las agua que la ahoguen serán benditas;
¡con qué mirar que enciende la sangre humana
le clavan sus ojazos las mujercitas!
No ha envejecido el santo. Como un mozuelo
lleva rosado el rostro y alegre el talle,
como en las aguas lluvias que hay en la calle.
¡Cata! La barba negra, crespa y lozama,
va diciendo a gritos el más pacato;
barbna de tantos años, sin una cana,
claro es que por peines <manos de gato...>
En la siniestra mano dos llaves alza
el portero del cielo: la llave grande
y con que a de abrirles la puerta falsa
a los hijos del publo que el mar le mande.
Y como va a la pesca, por cumplimiento,
ya que salir sin redes fuera desdoro,
entre sus sacras manos columpia el viento
una malla luciente de plata y oro.
Y así, sobre diez mozos de buena traza
desfila por el claro que el pueblo le abre,
sin temer que el mal tiempo, que ya amenaza,
como apaga las velas, lo descalabre.

¿Qué ha pasado? se para todo el cortejo
y aplaudiendo, la gente se arremolina:
es que El Tecle se avanza, fletero viejo,
a saludar al santo por la marina.
Lleva su saco al hombro y a la cinrçtura
una faja encendida bien apretada,
y entre la barba cana y la tez obscura
una nariz de fuego comon granada;
entre aspavientos grandes mil cosas dice,
y cuando su entusiasmo raya en extremos
teermina epicamente: <patrón, avise
cuando requiera un bote con cuatroremos>,
dice el Tecle y se cuadra, mientras el santo
sin siquiera mirarlo de largo pasa,
y entre nubes de flores, incienso y canto
por el muelle se cuela, como en su casa.

lunes, 26 de noviembre de 2012

CECILIA PALMA

CECILIA PALMA
1962 -
(chilena)


LLUVIA TRAS LA PIEL


A pasos breves me
entrego a su boca
a su aliento de bruja envenenada
el viento rasga los
muros
alucina lluvia ácida
cierro los ojos que me duelen
porque con ellos
hiero a la muerte
la soledad atrapa el conjuro
y encierra el vértigo del
invierno, ese
que juzga a la sangre
a la montaña de rocas encantadas.
El agua arremete en mi contra
baña a la historia y a mis entrañas
salva al cuento
al paso que doy entre charcos
a la boca que bebe de su poción
y la seduce.
No es cierto que la lluvia sana
hay que volar más alto
arriba de los cirros amoratados
allí donde habita la que
cose el alma a los cuerpos
la que sabe qué fue
de aquellos que
cargo a mis espaldas.


La lluvia siente mi sueño
indaga a mis demonios
hay un pecho abierto en
la esquina
soy libre de volverme
la piel.

UNA NOCHE DE LLUVIA

De calle en calle
una esquina encuentra su
vértice
noche de lluvia
negra noche de ciudad vacía
el asfalto sonríe húmedo
al lúcido guiño de un reflejo
el viento, inconsciente
guarda en su memoria
años de amores grises
de muros acechando víctimas
de gotas que besan las
huellas de un náufrago silencioso
y ausente
una noche de lluvia
detiene un reloj
pulsa un encuentro de collares falsos
ama a un vidrio prisionero en
cuatro varillas de aluminio
esa noche
guarda una lengua fresca
y abraza racimos de notas
que cantan
ella balbucea por las rendijas
otra historia de arcas.

ENAMORAMIENTO DE LA LLUVIA

Siento respirar la lluvia
atrás del vidrio que la espanta
un par de ojos vigilan el
paisaje
al árbol que se esconde de
la mañana
al paso de un ave que emigra.
El agua escurre silenciosa
ajena de la miseria
de la sed de un viejo triste
una gota transparente deja que
la empuje hasta el límite
me embriaga su tacto húmedo
y frío
hay un cisne agitando celoso
sus alas
maldice con un grito a mis
manos.
La lluvia es un beso libre
le digo, pero agrede a los
cantos de libélulas nocturnas
creyéndose el dios de un
imperio de agua y sangre
el cisne en secreto
guarda un pedazo de la
tormenta
y resentido golpetea el vidrio
al otro lado de mi conciencia.

GABRIELA ORDENES MORALES

GABRIELA ORDENES MORALES
1974 -
(chilena)


RECUERDOS DE INFANCIA

Los árboles desnudos,
cómplices del viento.

Los juncos nadando en los inviernos helados.

Los vidrios empañados por mis respiraciones de niña,
sueños bosquejados desarmándose en ellos.

El agua que caía desde los techos
camino de regreso de la escuela.

Los piés entumecidos.

Los llantos de una guitarra que se escapaban a veces por las ventanas.

Las nubes...

Miro hacia atrás y soy pequeña,

y de lluvia es mi vestido.


 PULIENDO POEMAS


 Trabajo recogiendo atardeceres, lavándolos y almidonándolos durante horas, hasta que parezcan amaneceres.



LIGIA URIBE

LIGIA URIBE
1940
(chilena)


ES TARDE...

Es tarde,
empieza a caer 
fragmentada la lluvia
en cuerdas y hojas.
Es fría, colma
mis  horas melancólicas.
Gime conmigo, pasa,
me deja verte en el aire.
Llegas  en lienzos del recuerdo
con caricias del viento.
Retornas mi luz.

UN DÍA DE LLUVIA

Un día de lluvia
caminé lenta
entre cenizas de la tarde.
Veredas de calladas piedras
ahogadas en pozas de agua.
Yo,  por arrugadas  sombras
mascando dolores
de los  desamparados.
Raídos  pasábamos
como hileras  de nubes.
En las calles,
hombres pisando el mundo
sin pupilas
soberbios tirando aguas
hasta nuestros zapatos.
Cada cual agitando
ajenjos del alma
sin ver a Dios
habitando en pobres
bajo  las lluvias  de invierno.

LLUVIA

Cae,penetra,atrapa el aire,
arruga luces sin silencios.
florece en relámpagos
abre puertas en el espacio
esconde estrellas,
baila con el mar
agitando trajes de espumas.

Llueve y es mágico su encanto
vestida de viento es música infinita
es sauce que llora y nube sin cuerpo
Llueve y en truenos
despierta sentidos y calma
sus soles escondidos.
Llueve, llueve, llueve
y es manto de aguaje extendido.

HILDA OLIVARES MICHEA

HILDA OLIVARES MICHEA
1949 -
(chilena)


TARDE DE LLUVIA EN EL DESIERTO

En el cielo oscurecido
nubes galopantes se van abrazando
y la voz ronca del viento
arrea las rezagadas
también empuja el frío,
en tristezas; cae la tarde.

Pronto todo es silencio
con estrellas asustadas
lágrimas divinas resbalando
¡suave música! Sobre mi techo forado
hondas lágrimas verticales
sobre techumbres cantando.

Lluvia hilada , repetida,llorante
monótono sonido,ligero precipitando
está lavando las vidas
de los hombres de Atacama .

Cae en la sedienta tierra
pronto convertida en barro
lluvia y viento en el desierto
son sinfonía del alma

Húmeda asomo la cabeza
hay aroma a tierra recién besada
en la tarde se desliza ya la calma
vamos diciendo adiós
a las horas encerradas.

domingo, 25 de noviembre de 2012

LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE

LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE
1561- 1627
(español)

ROMANCE

Servía en Orán al rey
un español con dos lanzas,
y con el lama  y la vida
a una gallarda africana,

tan noble como hermosa,
tan amante como amada,
con quien estaba una noche
cuando tocaron al arma.

Trescientos Zenetes eran
deste rebato la causa;
que los rayos de la luna
descubrieron las adargas;

las adargas avisaron
a las mudas atalayas,
las atalayas los fuegos,
los fuegos a las campanas;

y ellas al enamorado,
que en los brazos de su dama
oyó el militar estruendo
de las trompas y las cajas.

Espuelas de honor le pican
y freno de amor le para;
no salir es cobardía,
ingratitud es dejalla.

Del cuello pendiente ella,
viéndole tomar la espada,
con lágrimas y suspiros
le dice aquestas palabras:

"Salid al campo, señor,
bañen mis ojos la cama,
que ella me será también,
sin vos, campo de batalla,

vestíos y salid apriesa,
que el general os aguarda;
yo os hago a vos mucha sobra
y vos a él mucha falta,

bien podéis salir desnudo,
pues mi llanto no os ablanda;
que tenéis de acero el pecho
y no habéis menester armas".

Viendo el español brioso
cuánto le detiene y habla,
le dice así: "Mi señora,
tan dulce como enojada,

porque con honra y amor
yo me quede, cumpla y vaya,
vaya a los moros el cuerpo,
y quede con vos el alma.

Concededme, dueña mía,
licencia para que salga
al rebato en vuestro nombre,
y en vuestro nombre combata".

PODER Y NO PODER SER

Que esté la bella casada
bien vestida y mal casada
bien puede ser.

Mas que el bueno del marido
no sepa quién dio el vestido,
no puede ser.

Que olvide la hija al padre
al buscarla quien la cuadre,
bien puede ser.

Mas que pase el invierno
sin que ella le busque yerno,
no puede ser.

Que quiera una dama esquiva
lengua muerta y bolsa viva,
bien puede ser.

Mas que halle sin dar la puerta,
bolsa viva y lengua muerta,
no puede ser.

.

.

JULIA MARIA ORTIZ MORALES

JULIA MARIA ORTIZ MORALES
1958
(chilena)


CUANDO EL CIELO ROMPIÓ EN LLANTO

Cuando los sollozos eran rocíos
cascadas siderales
cuando todo era un lamento húmedo
penetrando la solitaria tierra
…se me vino tu rostro amado
esmeraldas tristes
de tu sur lejano…
Todo lo tuyo
en velos traslúcidos
paño gris
navegante melancolía…

Toda la geografía de mis pasos
me trajeron tus sueños
_nuestros papiros inconclusos_
tu lenta voz acariciándome
y esa partida tuya
tan inesperada…

Se bañaba la tarde
en lagos torrentosos
y todo era un camino húmedo
de desbordados sueños
y todo era una danza
reclamando aquello
que nos fue robado… y la lluvia
y la tarde que se iba acongojada
me hicieron montar el unicornio
de tu pluma azulada
y viajar al fondo
de tu dormir eterno…

Ay, cariño mío…
_escondido tras un ciruelo florido
te encontré en reír infante_
y en tus blancas manos
un dorado libro
_tus cuentos… tus versos_
y una flama incandescente
mas luciérnagas traviesas
celebrando anticipadamente tu aniversario…
_tu llegada triunfal al parnaso
donde nacen los vocablos_
y una gatita de pelaje nacarado
portando un cartel
en insólito mensaje:
_”YA EDITÉ EL SILENCIO DE MIS PALABRAS”_
Son voces y ecos…
sólo basta que mañana las escuchen…
“será la lluvia
danzando alborotada…
será la mirada de mi hija
en remembranzas acunándome…
serán ustedes cabalgando mi voz…
será mi risa en labios de raíces
que he dejado…
será el rostro de mi mujer amada”

Cuando los océanos subieron al cielo
y quisieron jugar en lacrimosas calesitas
Cuando sollozos emigraban del cosmos
_un niño sonriente de mirar esmeraldas_
remontó su unicornio de celeste plumaje
y cientos de palabras salpicadas
me cubrieron al tornar de mi marcha
quizá fue mi paraguas o fue tu rostro
para no llorarte tanto…
tanto de tanto…

26, 27, 31 de agosto de 2005.


SUBÍ A BUSCAR TU NOMBRE

...Esta noche los océanos
equivocaron su ruta
ascendieron al cosmos
vestidos de hielo
...de ahí cayeron
a mis cuencas tristes...

Me inundaron entera
sin piedad alguna
y mis naves ancladas
quedaron abandonadas
y yo
flotando
sólo en sombras...

Aguas
Aguas esta noche
me dejaron desnuda
y subí a infinitos
a buscar tu barca
...los extraviados tiempos
perdieron mi nombre
y tú moreno mío
...no estabas...
Sólo la otoñal tenebrosidad
en su fría capa
arropó mi entumecida
mirada...


CUANDO EL CIELO SE ROMPIÓ


III.- CUANDO LLUEVE AMOR… CUANDO LLUEVE, SE
 SIENTEN GRITOS EN LA CALLE A LO LEJOS…

Cuando llueve, amor, cuando llueve…
se escuchan gritos en la calle cuando llueve
…son gemidos del agua, azotando sus rostros
en el cemento… son ladridos de perros, sus aullidos
a lo lejos…
Cuando llueve, amor, cuando llueve…
exclamaciones humanas se desprenden de sus bocas,
y todos corren a sus guaridas buscando refugios…
y yo, amor, les miro, les miro como corren y me detengo
ante la lluvia, y alzo mi rostro y mis manos a esos
altares llorosos… y lloro con las aguas,
y somos los únicos llorares en esos partos siderales.
Lloramos, tanto lloramos en la lluvia,
lluvia y yo, lloramos, y somos una
…lloramos largamente los tiempos transcurridos,
…lloramos las ausencias… las partidas…
_tantos desaparecidos…_
y nos llama el Mapocho, para mostrarnos también su llanto,
para indicarnos sus tatuajes invisibles
de tantos y tantos cadáveres flotando en su regazo,
de ese tiempo ido de botas asesinas
que muchos… ya no nombran, que muchos olvidan
…memoria ensangrentada, memorias de aguas teñidas…
y seguimos llorando, bordeando el Mapocho,
que crece turbio y se agiganta turbulento
…gimiendo retumbos de sus ocultos lloros…
Ay, amor, la lluvia y yo mojadas
entre un atardecer ennegrecido y una noche
…más noche, con tantas noches en sus satenes mojados,
entre gritos desatados, que a lo lejos se escuchan 
…jugamos a las escondidas como niños si memoria,
antiguas esquinas,
recodos frondosos encallados
del Parque Forestal
también humedecidos de lluvias,
de viejas lágrimas por sus rosas amarantas
extirpadas de cuajo…
Continuamos llorando, lluvias y yo mojadas
por las grandes alamedas inundadas,
largas serpentinas en mis pies enredadas
al compás de su danza humedecida de encanto….

Cuando llueve, amor, cuando llueve,
vendedores ambulantes esconden sus sueños…
y los pobres niños, niños mendigos,
mis lunitas de medianoche,
mis soles amputados,
transeúntes permanentes de las calles,
viajeros sin rumbo, parecieran aves acorraladas
…pálidas ánimas con sus alas mojadas…
y todo es un caos de vidas,
entre clamores humanos y el bullicio permanente
de roncos motores y sus bocinas
emprendiendo bajo la lluvia
sus enloquecidas distancias…
Los griteríos siguen cuando del techo húmedo
caen más espadas afiladas y sus bramidos
son estruendos de invisibles choques cósmicos…
y la lluvia lo moja todo,
y hasta los edificios lloran
su cenicienta tez envejecida,
sus antifaces de smog impregnado…
Rostros que van y vienen…
hombres y mujeres cansados,
unos, apretujados en los buses del Transantiago…
y multitudes esperan, y esperan
ya silenciosos y enrabiados
la suerte de coger el último bus
a sus destinos también mojados…
Cuando, llueve, amor, cuando llueve…
las grises cortinas de mi Santiago
después se tornan albas…
pero cuando irrumpen sus marchas
se sienten gritos en la distancia…
y son niños que de sus pupitres
o patios enjaulados,
trinan como aves libertarias,
son sus piecitos alborotados
que corren felices bajo los océanos siderales…
como si fueran las últimas celestiales lluvias
para sus risas y sus sueños de niños mojados…



INGRID ODGERS TOLOZA

INGRID ODGERS TOLOZA
1955 -
(chilena)


VIEJO SOL

No tengo tiempo de respirar
Soy un destino
La construcción solar me ha retenido hasta ahora.
Dame joyas ahogadas. André Breton


La construcción solar traza mi destino
A espaldas de la lluvia
Deja caer en oficial insolencia:

Un vaso a media luz
Un testigo invisible
Una cruz axiomática

(Mojado es el pasto de mis versos
Arrodillado ante el altar y en sordina)

Mi viejo sol está pariendo
En el desastre híbrido y escéptico
De constelaciones consentidas

Rasga vestiduras
Llora en el techo
de palomas rotas y
vibrantes antenas
(Apéndices de una destrucción en marcha)
A espaldas de la lluvia
Arroja
Fotografías
Bicicletas rodando en el parque
Campanillas y gorjeos
De algodones rosados
Triciclos colgando en el garaje
En fin, en fin…hermana

La construcción solar
A espaldas de la lluvia
Traza mi destino

Deja caer
Hamacas de coral
Primitivos cascabeles
Escalpelos y lancetas
Odres botellas añejas
Mendrugos de horizonte anaranjado
Cuentos de Andersen Cabellos rizados

Infancia que me llora
Máscaras que nunca fueron mías

Una puerta fantasma
Una ventana que gruñe
Todo llega hoy

Obscena confesión
Ante el recuerdo intacto.


DE PARAGUAS Y CARILLAS

De tanto
mirar la lluvia
el olfato se lastima
De tanto
escuchar
la boca se amordaza
Carillas osadamente osadas van rodando
en los dedos
En lagunas vacuas navega burlón
un náufrago pretérito
De paraguas el cansancio se agita
(Deambula el sereno
Y naranjas
Desgajan el cielo)
No me nombres vereda
Debajo del farol
-musito-
El agua eclipsa los pasos
Y las sombras son navajas
Detrás del arco iris
En zonas de arboleda inclemente.
De tanto mirar
Los párpados caen
De tanto escuchar
Los signos detonan
en medio
del gran
Enorme fangal.

FELISA RODRIGUEZ ÁLVAREZ

FELISA RODRIGUEZ ÁLVAREZ
1912 - 1998
(española)


FASCINACIÓN DE LA LLUVIA.


Terminó ocultándose el azul

………………………………………………………………………

Tapices blanco algodón

ocultan fulgor de estrellas,

en manantíos celestes

concierto de regaderas.

Juegan gnomos aguadores

en las playas espaciales,

a romper mojados diques

que sujetaban los mares.

Avalancha torrencial

se precipita abundosa,

sobre la piel del paisaje

excitada y lujuriosa.

Y sus carnes agrietadas

por el hielo y la sequia

con los besos de la lluvia

recobran lozanía.

Reverdecen campiceras

a eterna fascinación,

romanza pájaro y agua

suena a gloriosa canción.



IRIS DEL CARMEN FERNÁNDEZ ANGEL

IRIS DEL CARMEN FERNÁNDEZ ANGEL
1947 -
(chilena)

MI ALMA PEREGRINA

Mi alma es una garza peregrina
que dibuja en el cielo
un río que fluye dulcedumbre
para calmar las penas.
Vuela y revolotea, picotea las aguas
y caen goterones grises
en la mañana triste de abril.
Un rayo de sol apenas
y el arco iris ilumina de colores
las lagrimas del cielo.
Oh, prodigio volandero
ya no eres una garza
eres un alegre zorzal
cantando entre las peñas.



TRAS EL VUELO DE LA GARZA

Calor
desolación
silencio yermo.
Los cactus resquebrajados
izan sus espadines entre el mustio quintral,
Mastico la roja urdimbre que parasita entre sus brazos,
tratando de atrapar la gota amarga y áspera
que mitigue la sequedad del mundo.
Es enero,
la hilera de huesos caprinos gritan ríos secos.
Respiro desalentada este siglo apocalíptico
que avizoro egoísta, estéril, fatal.

Perdido en las desérticas serranías
un ojo azul borbotea leche transparente y fecunda.
Una garza peregrina baja y picotea.
Mi desolada mirada sigue presurosa
el cristalino fluir que se consume
en las tierras agrietadas delpáramo.

La garza queda meditabunda
sobrecogida en su pata azul,
más de pronto alza el vuelo,
blandamente revolotea remontando las alturas,
y se pierde como feble línea en el cielo.

Traspasó los contrafuertes cordilleranos.
No una, sino miles de gráciles garzas
vienen a mi encuentro con sus albos gorjeos.
Mis pupilas reverdecen.
Amplias praderas, plantíos inconmensurables de dulce caña.
Reminiscencias de grilletes pueblan mi memoria.
Cientos de espaldas sudorosas reverberan
y una niebla espesa escapa desde la húmeda floresta.
Cae la lluvia
dulce,
vital y
doliente.

sábado, 24 de noviembre de 2012

EDMÉE COBO GIANCÁSPERO

EDMÉE COBO GIANCÁSPERO
1950 -
(chilena)


LLUVIA NO TE DETENGAS

No te detengas lluvia
No te detengas
A cantaros te quiero
con golpes sobre el suelo

Moja bien mi cuerpo, porque es todo tuyo
Moja los senderos y lava el orgullo
Porque el lodo es negro, como negro el frío
Moja bien los surcos, mientras canto y rio
Porque habrá geranios
y un amor en Junio

Moja mis cabellos en claro y oscuro,
Cambia sus colores, sin prisa, ni apuro
Deja que se tiñan de rojo en el muro
Que se vayan lejos y que vuelvan luego
Que vuelen al viento......lean el futuro

Moja bien el musgo, que lo quiero verde
Más verde que antes, que lo quiero fresco
Que lo quiero limpio como quiero el alma

Quiero  que la vida se tome un buen trago
Y que mire el alma
de frente
de espaldas
y brinde conmigo
mientras corre el agua


LLUEVE Y ES INVIERNO

Esa lluvia del sur que conoce Agosto
Que me llega fresca, que me llega viva
En golpes de greda y en trozos de vida

Ingratos recuerdos, en gotas caminan
Entre los tejados ajenos de espinas
Intensos de rojos, maduros de arcilla

Mi alma se agita, buscando en la lluvia
Un viejo verano, de ojos intensos
Que lleva tu nombre y abriga mi invierno
Al llegar la aurora cuando el musgo es verde
Cuando todo es agua y los rayos tiemblan
  
Esa lluvia a cántaros, de gotas y tierra
Golpea
            y
                golpea

Y entre tanto adiós..
El viento se queja, me rompe los huesos
Dice que el nogal se durmió sin hojas
Dice que es invierno en la fría baldosa
  


viernes, 23 de noviembre de 2012

MARIANELA PUEBLA

MARIANELA PUEBLA

NIÉGOME

Niégome
a la noche solitaria,
al abrazo gélido,
a la muerte
que oscila en un péndulo,
incursiona,
intimida,
pasa rozando el dorso de mi espalda,
la tez de mis sueños
con sus alas tenebrosas,
amedrentando todo desafío.

Niégome
a la soledad inaudita del adiós,
al silencio penetrante
que envuelve sus palabras y convierte a la lengua
en la víbora, lupus aniquilador.
A la mudez de espanto que queda
seguida del último beso no dado
y esconde al enloquecido llanto
en el laberinto sigiloso de la mente.

Niégome
a la página en blanco
después de la caricia reservada
escrita con letra agónica y sin huella,
deslizándose por la fisura de la piel
de un deseo.
Tal vez me rebelo a la cortina ajada
que no deja penetrar los ojos del infinito
y deshacer el contubernio
entre soledad y silencio.

Niégome
a todo y a carencia,
a vivir ausente, a sentir galopar
el reloj de arena
por la desértica playa,
}sin que nadie lo domine
y ocupe sus horas en hacer el amor,
o copule orgasmos en la luna
mientras vamos en un sueño,
recuerdo,
intentando desovillar lo perdido
en un instante.
No es así, no .
No se puede volver atrás
borrar como quien borra un cuaderno.
No, la noche nunca reemplazará al día,
lo perdido es irrecuperable.

Niégome
alas tinieblas sin la esperanza de que
un rayo rasgue su monotonía.
A caminar desnuda por el filo del resentimiento,
a desear sin ser deseada,
a besar un fantasma que cruza otra dimensión
dejando indiferencia, solo eso,
un profundo olor a ruptura,
un soplo de palabras desarticuladas.

Niégome
a ser aquello, un objeto,
un mueble que acumula polvo cósmico en la esquina
de un corazón rencoroso.
Hay actitudes que son latigazos,
dominio,
castigo.
Ser aquello que alguien manipula.
Ser y no ser arcilla en las manos
de un hechicero,
encantamiento,
seducción,
fascinador de momentos
cuando el calendario es el preciso.
Cuando eres lo fácil,
dúctil,
condescendiente,
sensible a las palabras, al roce,
a la ilusión.
No, alguien debe decir basta,
manipular la situación,
derribar la puerta del desamparo
y gritar hasta salir a la luz,
hasta ser escuchada,
rescate,
pensamiento,
llanto,
ser solo eso,
un mortal con sueños y deseos.

Niégome
          niégome
al abandono,
a la herida que no sangra,
la palabra que golpea y no toca
y deja un surco en la piel,
sílabas muertas,
difíciles de restablecer.

Sí, lo digo hoy, lo diré mañana.
Niégome a desperdiciar
mi vida en una oscuridad
sin esperanza.
Niégome.
              Niégome.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

ANA LUCIA MONTOYA RENDÓN

ANA LUCIA MONTOYA RENDÓN
1953 -
(colombiana)


¿DE QUÉ ERA LA PIEL?


era de viaje, de voz y beso
era de tono rosa
con corola de secretos y suspiros

era de notas musicales y quejidos,
de traje suelto,
era de noche y velo,
era de torso erguido y de mirar erecto,
era de cadencias, era péndulo,
era gracioso borboteo

era umbral y matinal reposo,
era un demonio ardiendo

¿de qué era la piel?

era un conjunto de esquelas,
era archivo,
era un mensaje abierto
era... un sí,
que, como agua fue fluyendo























































































































 
noviembre 2012