1995
(argentina)
EPIDERMIS
Es imposible atrapar
el humo despoblado,
ahuyentar los fantasmas
diseminados en las calles desnudas,
acallar a los testigos ciegos
que palparon
el agrio territorio nocturno
y gritaron a quien quiso escucharlos
que el sueño es una trampa
semejante a la muerte.
No hay manera de auscultar
el corazón de las rocas sedientas
ni sujetar las hélices del viento
que huele a quemazón,
a selvas incendiadas,
a verano con piel de catapulta.
En los ataúdes del silencio
la distancia oculta a sus amantes
de cabellera exánime
y dedos ancestrales
que destejen la lluvia.
La soledad esgrime
sus sables ateridos.
Cuando el tiempo pregunta
por sus cosas perdidas,
sus papeles secretos,
su desdentada música
el latido impreciso
de los viejos relojes
arrumbados en el fondo del mar
despierta a los volcanes olvidados
en inhóspitas islas
y cubre la epidermis del planeta
con su grave mortaja de diluvio.
LEJOS DEL MAR
Lejos del mar,
sus puertos y su vórtice,
al margen del exilio,
la marea,
el vértigo,
el magma,
la rompiente,
mi soledad recoge
los frutos que le ofrece
tu acíbar
de vigilia y cadalso.
Me flagela tu olvido
de extramuros,
tu abandono de sepia,
de sépalo,
de salvia,
de salvaje agonía,
la pátina de miedo
que tapiza
las paredes
internas de mis sueños,
tu desidia sin aura y sin abrigo.
A la hora
en que la zaranda de la noche
decanta los fantasmas,
me refugio en mi reino
de ópalo y cenizas.
Ana María Garrido
Ana María Garrido posee una poemática fuerte, decidida y valiente. Lo entrega todo en un poema con energía y convencida de lo que esta creando, lo que es meritorio desde todo punto de vista.No f alta alguna piedrecilla en el camino pero sabemos que esta poetisa es capaz de grandes cosas. Un gran saludo a tan buena poeta...
ResponderEliminar