viernes, 30 de noviembre de 2012

ALICIA DAUVIN DEL SOLAR

ALICIA DAUVIN DEL SOLAR
1944 -
(chilena)





LEBU EN MEDIO DE LA NIEBLA

Allá abajo en la hondonada,
bajo el manto de la niebla,
hay un pueblo.
Nadie lo sabe.
Todos duermen...

La vida misma aletargada,
pero algo late en medio del aire
mojado por la niebla. Es la pobreza
que siempre viene para quedarse
sobre mi puerto hundido y hondo.

Desde el faro en lontananza,
hasta las calles del pueblo anochecido
llega la suave oquedad del agua.
Y como anaconda taciturna repta
en todo su anchor por los patios,
por el muelle. De la casa ni se mueve.


Quizá el viento del verano
descompense la humedad
que del mar se levanta
Y deshumedezca las risas.
Entonces mi niño bajará corriendo
con su aro de metal hasta la plaza.

Si el Sol llega para quedarse,
habrá frutos en las quintas,
alguien llegará a visitar la casa,
y a lo mejor yo vuelva a recordarte
marino inolvidable en medio del oleaje.

Pero aún está la niebla
y como un mar se levanta,
atraviesa todas las cosas:
Se acuesta sobre el huerto.
Inunda el jardín hasta las cercas.
¡OH, Padre! se echa como alimaña
sobre nuestras vidas.

Hay niebla.

DIAS DE LLUVIAS Y DE ESPERANZAS

El día de la risa cae al pantano dormido.
Cae a los nidos, a la angustia y tiembla.
Cae sobre los rascacielos y tiembla.

El día tan lluvia de esperanzas.
El día tan gris de tristezas.
El día tan mío bajo el sol de la casa.

¿Si el día cierra las nubes?

Se siente resucitar a los espantapájaros.
Mugen las bestias con la espalda contra la tormenta.

¿Y si las abre?

Mi risa una corriente dulce, espontánea,
Que te asombra por dentro, crece y te hace vivir.

La noche incesante entrona la puerta
Y entra el deseo y canta



ABRIL LLUVIAS MIL


Lluvia, lluvia,
persistente lluvia.
Sinfonía que mueve al paisaje.
Un concierto
de hoja en hoja,
peldaño a peldaño verde.
Desde el ápice a la tierra
Dios desciende a su monasterio.

El viento pasa de costado
Y enreda su manto
entre las púas de los naranjos.
Geranios y achiras
Pintarrajean su túnica algodonada.

Es Presencia
Extendida sobre el huerto,
como anunciación del agua.
Y crujen las sandalias
sobre las ramas secas.

Un ave de misterioso vuelo
Abre la puerta. Ronda la casa.
Y vibran las cosas
Con el vaivén de las alas.
Pasa el misterio.
Pone su aldaba.

Presuroso
bajo el manto de la lluvia
Se aleja por el valle,
Asciende entre los cerros.
Y un cuerpo de soslayo
Alcanza la montaña.

Pero en el cristal de la ventana
Una gota de luz. Pupila encantada,
Revisa absorta las palabras
Que por un desliz
Bajan por mi mano.




ÉL ha puesto su ojo
Donde yo pongo la mirada.

Y me quedo ahíta
Con su inmortalidad fehaciente
Paseando bajo la lluvia.
Entre – tenidos
Escribiendo este poema.

Es el Otoño.
No es más que un concierto de hojas
húmedas arrastradas por el viento.

Es la atención que pone mi alma
En la resurrección del huerto.


Post silensium
Acaece la lluvia

martes, 27 de noviembre de 2012

DIEGO DUBLÉ URRUTIA

DIEGO DUBLÉ URRUTIA
1877
(chileno)

I
POR LAS CALLES

¿Junio! Mes de las aguas, mes de las brisas,
mes en que hacen los pavos su testamento
y en que las rubias ostras-monjas clarisas-
romen la celda nácar de su convento;
mes que envuelve en corrientes y camanchacas
las solitarias islas del mar amargo,
y en que si el pasto verde sobra a las vacas
también está la muerte de mantel largo;
hoy es el último día, lo dice el tono
de las campanas ebrias y el grito humano
con que sale a la pesca con su patrono
todo lo que hay de lobvos en Talcahuano.
La mar está de gala; por hoy el viento
se ha metido en los mares galantemente,
y en los muelles y ranflas, que es un contento,
como furel varado brilla la gente.
Hierve la mar de barcas. Las velas curvas
juegan al sol, llevadas a la bolina,
y llega el santo pifian las turbas
a un bergantin que cruza la Quiriquina.
¡Qué frescura de tarde!¡Qué algarabía!
¡Qué ladridos de perros y hablar de gringos!
Si parece que uniera este solo día
toda la transparencia de diez domingos...

Trajes negros, azules. blancos y rojos
bordan las serranías que el golfo lame,
y no hay techos, ni grúas, ni cabos flojos
donde la gente de aguas no se encarame.
Y la campana suena que ya es locura,
y estallan voladores, que viene el viejo,
y de pronto la gente ve al señor cura
que sale abriendo cancha por un callejo...
Sube la grita entonces, se oyen los sones
de la charanga, ondea la masa humana
y en un moven pañuelos en los balcones
que parece un incendio cada ventana.
Trae el olor a incienso de ventolina
y en seguida, entre coros de canto llano,
con la cruz aparecen tras de una esquina
dos rojosmmonaguillos y un cura anciano.
Lento como un navío, cantando a secas,
sigue después un chantre cubierto de oro,
lanzando agua bendita con grandes muecas
para salud del suelo que aún está moro...
Y en seguida la gente, ya sin aliento,
ve aparecer con paso que desazona,
junto al morada obispo, que va muy lento,
el coro de canonjes de la Pencona:
solemnes, revestidos con antiparras
y dando miraditas a los balcones,
van cantando el breviario, con voces charras,
entre nubes de incienso y aclamaciones.

Pero el santo no sale. "¿Qué le ha pasao?"
Grita la turbamulta, y opina un viejo:
"Es que fuma, ño Peiro yb habrá bajao,
pa comprar un cigarro que el piaje es lejo..."
Salta una vieja entonces: _"Pero judío,
límpiate esos hocicos como Dios manda,
no vis que no son brutos el hijo mío
ni los hombres de carne que traen l·anda?"

Y antes que ella concluya, la turba estalla
en un apotosis de chivateos..
Es que el señor San Pedro sale a la playa
entre lluvias de flores y balanceos.
Y al son de la campana que allá repica,
corre el clamor en olas por la ribera.
Desde los muelles viejos a Villarica
llenando con sus ecos la tierra entera;
y suena un cañonazo y otro responde,
y con el himno patrio que ya despunta
mil tiros disparados, quién sabe a dónde,
todas las cabelleras ponen de punta.

              * * *
Sobre sus andas de oro San Pedro viene
entre cuatro banderas con flecos de oro;
¡feliz cofradía que lo sostiene
sobre sus musculosos hombros de toro!
Su pesca será doble desde mañana
las agua que la ahoguen serán benditas;
¡con qué mirar que enciende la sangre humana
le clavan sus ojazos las mujercitas!
No ha envejecido el santo. Como un mozuelo
lleva rosado el rostro y alegre el talle,
como en las aguas lluvias que hay en la calle.
¡Cata! La barba negra, crespa y lozama,
va diciendo a gritos el más pacato;
barbna de tantos años, sin una cana,
claro es que por peines <manos de gato...>
En la siniestra mano dos llaves alza
el portero del cielo: la llave grande
y con que a de abrirles la puerta falsa
a los hijos del publo que el mar le mande.
Y como va a la pesca, por cumplimiento,
ya que salir sin redes fuera desdoro,
entre sus sacras manos columpia el viento
una malla luciente de plata y oro.
Y así, sobre diez mozos de buena traza
desfila por el claro que el pueblo le abre,
sin temer que el mal tiempo, que ya amenaza,
como apaga las velas, lo descalabre.

¿Qué ha pasado? se para todo el cortejo
y aplaudiendo, la gente se arremolina:
es que El Tecle se avanza, fletero viejo,
a saludar al santo por la marina.
Lleva su saco al hombro y a la cinrçtura
una faja encendida bien apretada,
y entre la barba cana y la tez obscura
una nariz de fuego comon granada;
entre aspavientos grandes mil cosas dice,
y cuando su entusiasmo raya en extremos
teermina epicamente: <patrón, avise
cuando requiera un bote con cuatroremos>,
dice el Tecle y se cuadra, mientras el santo
sin siquiera mirarlo de largo pasa,
y entre nubes de flores, incienso y canto
por el muelle se cuela, como en su casa.

lunes, 26 de noviembre de 2012

CECILIA PALMA

CECILIA PALMA
1962 -
(chilena)


LLUVIA TRAS LA PIEL


A pasos breves me
entrego a su boca
a su aliento de bruja envenenada
el viento rasga los
muros
alucina lluvia ácida
cierro los ojos que me duelen
porque con ellos
hiero a la muerte
la soledad atrapa el conjuro
y encierra el vértigo del
invierno, ese
que juzga a la sangre
a la montaña de rocas encantadas.
El agua arremete en mi contra
baña a la historia y a mis entrañas
salva al cuento
al paso que doy entre charcos
a la boca que bebe de su poción
y la seduce.
No es cierto que la lluvia sana
hay que volar más alto
arriba de los cirros amoratados
allí donde habita la que
cose el alma a los cuerpos
la que sabe qué fue
de aquellos que
cargo a mis espaldas.


La lluvia siente mi sueño
indaga a mis demonios
hay un pecho abierto en
la esquina
soy libre de volverme
la piel.

UNA NOCHE DE LLUVIA

De calle en calle
una esquina encuentra su
vértice
noche de lluvia
negra noche de ciudad vacía
el asfalto sonríe húmedo
al lúcido guiño de un reflejo
el viento, inconsciente
guarda en su memoria
años de amores grises
de muros acechando víctimas
de gotas que besan las
huellas de un náufrago silencioso
y ausente
una noche de lluvia
detiene un reloj
pulsa un encuentro de collares falsos
ama a un vidrio prisionero en
cuatro varillas de aluminio
esa noche
guarda una lengua fresca
y abraza racimos de notas
que cantan
ella balbucea por las rendijas
otra historia de arcas.

ENAMORAMIENTO DE LA LLUVIA

Siento respirar la lluvia
atrás del vidrio que la espanta
un par de ojos vigilan el
paisaje
al árbol que se esconde de
la mañana
al paso de un ave que emigra.
El agua escurre silenciosa
ajena de la miseria
de la sed de un viejo triste
una gota transparente deja que
la empuje hasta el límite
me embriaga su tacto húmedo
y frío
hay un cisne agitando celoso
sus alas
maldice con un grito a mis
manos.
La lluvia es un beso libre
le digo, pero agrede a los
cantos de libélulas nocturnas
creyéndose el dios de un
imperio de agua y sangre
el cisne en secreto
guarda un pedazo de la
tormenta
y resentido golpetea el vidrio
al otro lado de mi conciencia.

GABRIELA ORDENES MORALES

GABRIELA ORDENES MORALES
1974 -
(chilena)


RECUERDOS DE INFANCIA

Los árboles desnudos,
cómplices del viento.

Los juncos nadando en los inviernos helados.

Los vidrios empañados por mis respiraciones de niña,
sueños bosquejados desarmándose en ellos.

El agua que caía desde los techos
camino de regreso de la escuela.

Los piés entumecidos.

Los llantos de una guitarra que se escapaban a veces por las ventanas.

Las nubes...

Miro hacia atrás y soy pequeña,

y de lluvia es mi vestido.


 PULIENDO POEMAS


 Trabajo recogiendo atardeceres, lavándolos y almidonándolos durante horas, hasta que parezcan amaneceres.



LIGIA URIBE

LIGIA URIBE
1940
(chilena)


ES TARDE...

Es tarde,
empieza a caer 
fragmentada la lluvia
en cuerdas y hojas.
Es fría, colma
mis  horas melancólicas.
Gime conmigo, pasa,
me deja verte en el aire.
Llegas  en lienzos del recuerdo
con caricias del viento.
Retornas mi luz.

UN DÍA DE LLUVIA

Un día de lluvia
caminé lenta
entre cenizas de la tarde.
Veredas de calladas piedras
ahogadas en pozas de agua.
Yo,  por arrugadas  sombras
mascando dolores
de los  desamparados.
Raídos  pasábamos
como hileras  de nubes.
En las calles,
hombres pisando el mundo
sin pupilas
soberbios tirando aguas
hasta nuestros zapatos.
Cada cual agitando
ajenjos del alma
sin ver a Dios
habitando en pobres
bajo  las lluvias  de invierno.

LLUVIA

Cae,penetra,atrapa el aire,
arruga luces sin silencios.
florece en relámpagos
abre puertas en el espacio
esconde estrellas,
baila con el mar
agitando trajes de espumas.

Llueve y es mágico su encanto
vestida de viento es música infinita
es sauce que llora y nube sin cuerpo
Llueve y en truenos
despierta sentidos y calma
sus soles escondidos.
Llueve, llueve, llueve
y es manto de aguaje extendido.

HILDA OLIVARES MICHEA

HILDA OLIVARES MICHEA
1949 -
(chilena)


TARDE DE LLUVIA EN EL DESIERTO

En el cielo oscurecido
nubes galopantes se van abrazando
y la voz ronca del viento
arrea las rezagadas
también empuja el frío,
en tristezas; cae la tarde.

Pronto todo es silencio
con estrellas asustadas
lágrimas divinas resbalando
¡suave música! Sobre mi techo forado
hondas lágrimas verticales
sobre techumbres cantando.

Lluvia hilada , repetida,llorante
monótono sonido,ligero precipitando
está lavando las vidas
de los hombres de Atacama .

Cae en la sedienta tierra
pronto convertida en barro
lluvia y viento en el desierto
son sinfonía del alma

Húmeda asomo la cabeza
hay aroma a tierra recién besada
en la tarde se desliza ya la calma
vamos diciendo adiós
a las horas encerradas.

domingo, 25 de noviembre de 2012

LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE

LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE
1561- 1627
(español)

ROMANCE

Servía en Orán al rey
un español con dos lanzas,
y con el lama  y la vida
a una gallarda africana,

tan noble como hermosa,
tan amante como amada,
con quien estaba una noche
cuando tocaron al arma.

Trescientos Zenetes eran
deste rebato la causa;
que los rayos de la luna
descubrieron las adargas;

las adargas avisaron
a las mudas atalayas,
las atalayas los fuegos,
los fuegos a las campanas;

y ellas al enamorado,
que en los brazos de su dama
oyó el militar estruendo
de las trompas y las cajas.

Espuelas de honor le pican
y freno de amor le para;
no salir es cobardía,
ingratitud es dejalla.

Del cuello pendiente ella,
viéndole tomar la espada,
con lágrimas y suspiros
le dice aquestas palabras:

"Salid al campo, señor,
bañen mis ojos la cama,
que ella me será también,
sin vos, campo de batalla,

vestíos y salid apriesa,
que el general os aguarda;
yo os hago a vos mucha sobra
y vos a él mucha falta,

bien podéis salir desnudo,
pues mi llanto no os ablanda;
que tenéis de acero el pecho
y no habéis menester armas".

Viendo el español brioso
cuánto le detiene y habla,
le dice así: "Mi señora,
tan dulce como enojada,

porque con honra y amor
yo me quede, cumpla y vaya,
vaya a los moros el cuerpo,
y quede con vos el alma.

Concededme, dueña mía,
licencia para que salga
al rebato en vuestro nombre,
y en vuestro nombre combata".

PODER Y NO PODER SER

Que esté la bella casada
bien vestida y mal casada
bien puede ser.

Mas que el bueno del marido
no sepa quién dio el vestido,
no puede ser.

Que olvide la hija al padre
al buscarla quien la cuadre,
bien puede ser.

Mas que pase el invierno
sin que ella le busque yerno,
no puede ser.

Que quiera una dama esquiva
lengua muerta y bolsa viva,
bien puede ser.

Mas que halle sin dar la puerta,
bolsa viva y lengua muerta,
no puede ser.

.

.

JULIA MARIA ORTIZ MORALES

JULIA MARIA ORTIZ MORALES
1958
(chilena)


CUANDO EL CIELO ROMPIÓ EN LLANTO

Cuando los sollozos eran rocíos
cascadas siderales
cuando todo era un lamento húmedo
penetrando la solitaria tierra
…se me vino tu rostro amado
esmeraldas tristes
de tu sur lejano…
Todo lo tuyo
en velos traslúcidos
paño gris
navegante melancolía…

Toda la geografía de mis pasos
me trajeron tus sueños
_nuestros papiros inconclusos_
tu lenta voz acariciándome
y esa partida tuya
tan inesperada…

Se bañaba la tarde
en lagos torrentosos
y todo era un camino húmedo
de desbordados sueños
y todo era una danza
reclamando aquello
que nos fue robado… y la lluvia
y la tarde que se iba acongojada
me hicieron montar el unicornio
de tu pluma azulada
y viajar al fondo
de tu dormir eterno…

Ay, cariño mío…
_escondido tras un ciruelo florido
te encontré en reír infante_
y en tus blancas manos
un dorado libro
_tus cuentos… tus versos_
y una flama incandescente
mas luciérnagas traviesas
celebrando anticipadamente tu aniversario…
_tu llegada triunfal al parnaso
donde nacen los vocablos_
y una gatita de pelaje nacarado
portando un cartel
en insólito mensaje:
_”YA EDITÉ EL SILENCIO DE MIS PALABRAS”_
Son voces y ecos…
sólo basta que mañana las escuchen…
“será la lluvia
danzando alborotada…
será la mirada de mi hija
en remembranzas acunándome…
serán ustedes cabalgando mi voz…
será mi risa en labios de raíces
que he dejado…
será el rostro de mi mujer amada”

Cuando los océanos subieron al cielo
y quisieron jugar en lacrimosas calesitas
Cuando sollozos emigraban del cosmos
_un niño sonriente de mirar esmeraldas_
remontó su unicornio de celeste plumaje
y cientos de palabras salpicadas
me cubrieron al tornar de mi marcha
quizá fue mi paraguas o fue tu rostro
para no llorarte tanto…
tanto de tanto…

26, 27, 31 de agosto de 2005.


SUBÍ A BUSCAR TU NOMBRE

...Esta noche los océanos
equivocaron su ruta
ascendieron al cosmos
vestidos de hielo
...de ahí cayeron
a mis cuencas tristes...

Me inundaron entera
sin piedad alguna
y mis naves ancladas
quedaron abandonadas
y yo
flotando
sólo en sombras...

Aguas
Aguas esta noche
me dejaron desnuda
y subí a infinitos
a buscar tu barca
...los extraviados tiempos
perdieron mi nombre
y tú moreno mío
...no estabas...
Sólo la otoñal tenebrosidad
en su fría capa
arropó mi entumecida
mirada...


CUANDO EL CIELO SE ROMPIÓ


III.- CUANDO LLUEVE AMOR… CUANDO LLUEVE, SE
 SIENTEN GRITOS EN LA CALLE A LO LEJOS…

Cuando llueve, amor, cuando llueve…
se escuchan gritos en la calle cuando llueve
…son gemidos del agua, azotando sus rostros
en el cemento… son ladridos de perros, sus aullidos
a lo lejos…
Cuando llueve, amor, cuando llueve…
exclamaciones humanas se desprenden de sus bocas,
y todos corren a sus guaridas buscando refugios…
y yo, amor, les miro, les miro como corren y me detengo
ante la lluvia, y alzo mi rostro y mis manos a esos
altares llorosos… y lloro con las aguas,
y somos los únicos llorares en esos partos siderales.
Lloramos, tanto lloramos en la lluvia,
lluvia y yo, lloramos, y somos una
…lloramos largamente los tiempos transcurridos,
…lloramos las ausencias… las partidas…
_tantos desaparecidos…_
y nos llama el Mapocho, para mostrarnos también su llanto,
para indicarnos sus tatuajes invisibles
de tantos y tantos cadáveres flotando en su regazo,
de ese tiempo ido de botas asesinas
que muchos… ya no nombran, que muchos olvidan
…memoria ensangrentada, memorias de aguas teñidas…
y seguimos llorando, bordeando el Mapocho,
que crece turbio y se agiganta turbulento
…gimiendo retumbos de sus ocultos lloros…
Ay, amor, la lluvia y yo mojadas
entre un atardecer ennegrecido y una noche
…más noche, con tantas noches en sus satenes mojados,
entre gritos desatados, que a lo lejos se escuchan 
…jugamos a las escondidas como niños si memoria,
antiguas esquinas,
recodos frondosos encallados
del Parque Forestal
también humedecidos de lluvias,
de viejas lágrimas por sus rosas amarantas
extirpadas de cuajo…
Continuamos llorando, lluvias y yo mojadas
por las grandes alamedas inundadas,
largas serpentinas en mis pies enredadas
al compás de su danza humedecida de encanto….

Cuando llueve, amor, cuando llueve,
vendedores ambulantes esconden sus sueños…
y los pobres niños, niños mendigos,
mis lunitas de medianoche,
mis soles amputados,
transeúntes permanentes de las calles,
viajeros sin rumbo, parecieran aves acorraladas
…pálidas ánimas con sus alas mojadas…
y todo es un caos de vidas,
entre clamores humanos y el bullicio permanente
de roncos motores y sus bocinas
emprendiendo bajo la lluvia
sus enloquecidas distancias…
Los griteríos siguen cuando del techo húmedo
caen más espadas afiladas y sus bramidos
son estruendos de invisibles choques cósmicos…
y la lluvia lo moja todo,
y hasta los edificios lloran
su cenicienta tez envejecida,
sus antifaces de smog impregnado…
Rostros que van y vienen…
hombres y mujeres cansados,
unos, apretujados en los buses del Transantiago…
y multitudes esperan, y esperan
ya silenciosos y enrabiados
la suerte de coger el último bus
a sus destinos también mojados…
Cuando, llueve, amor, cuando llueve…
las grises cortinas de mi Santiago
después se tornan albas…
pero cuando irrumpen sus marchas
se sienten gritos en la distancia…
y son niños que de sus pupitres
o patios enjaulados,
trinan como aves libertarias,
son sus piecitos alborotados
que corren felices bajo los océanos siderales…
como si fueran las últimas celestiales lluvias
para sus risas y sus sueños de niños mojados…



INGRID ODGERS TOLOZA

INGRID ODGERS TOLOZA
1955 -
(chilena)


VIEJO SOL

No tengo tiempo de respirar
Soy un destino
La construcción solar me ha retenido hasta ahora.
Dame joyas ahogadas. André Breton


La construcción solar traza mi destino
A espaldas de la lluvia
Deja caer en oficial insolencia:

Un vaso a media luz
Un testigo invisible
Una cruz axiomática

(Mojado es el pasto de mis versos
Arrodillado ante el altar y en sordina)

Mi viejo sol está pariendo
En el desastre híbrido y escéptico
De constelaciones consentidas

Rasga vestiduras
Llora en el techo
de palomas rotas y
vibrantes antenas
(Apéndices de una destrucción en marcha)
A espaldas de la lluvia
Arroja
Fotografías
Bicicletas rodando en el parque
Campanillas y gorjeos
De algodones rosados
Triciclos colgando en el garaje
En fin, en fin…hermana

La construcción solar
A espaldas de la lluvia
Traza mi destino

Deja caer
Hamacas de coral
Primitivos cascabeles
Escalpelos y lancetas
Odres botellas añejas
Mendrugos de horizonte anaranjado
Cuentos de Andersen Cabellos rizados

Infancia que me llora
Máscaras que nunca fueron mías

Una puerta fantasma
Una ventana que gruñe
Todo llega hoy

Obscena confesión
Ante el recuerdo intacto.


DE PARAGUAS Y CARILLAS

De tanto
mirar la lluvia
el olfato se lastima
De tanto
escuchar
la boca se amordaza
Carillas osadamente osadas van rodando
en los dedos
En lagunas vacuas navega burlón
un náufrago pretérito
De paraguas el cansancio se agita
(Deambula el sereno
Y naranjas
Desgajan el cielo)
No me nombres vereda
Debajo del farol
-musito-
El agua eclipsa los pasos
Y las sombras son navajas
Detrás del arco iris
En zonas de arboleda inclemente.
De tanto mirar
Los párpados caen
De tanto escuchar
Los signos detonan
en medio
del gran
Enorme fangal.

FELISA RODRIGUEZ ÁLVAREZ

FELISA RODRIGUEZ ÁLVAREZ
1912 - 1998
(española)


FASCINACIÓN DE LA LLUVIA.


Terminó ocultándose el azul

………………………………………………………………………

Tapices blanco algodón

ocultan fulgor de estrellas,

en manantíos celestes

concierto de regaderas.

Juegan gnomos aguadores

en las playas espaciales,

a romper mojados diques

que sujetaban los mares.

Avalancha torrencial

se precipita abundosa,

sobre la piel del paisaje

excitada y lujuriosa.

Y sus carnes agrietadas

por el hielo y la sequia

con los besos de la lluvia

recobran lozanía.

Reverdecen campiceras

a eterna fascinación,

romanza pájaro y agua

suena a gloriosa canción.



IRIS DEL CARMEN FERNÁNDEZ ANGEL

IRIS DEL CARMEN FERNÁNDEZ ANGEL
1947 -
(chilena)

MI ALMA PEREGRINA

Mi alma es una garza peregrina
que dibuja en el cielo
un río que fluye dulcedumbre
para calmar las penas.
Vuela y revolotea, picotea las aguas
y caen goterones grises
en la mañana triste de abril.
Un rayo de sol apenas
y el arco iris ilumina de colores
las lagrimas del cielo.
Oh, prodigio volandero
ya no eres una garza
eres un alegre zorzal
cantando entre las peñas.



TRAS EL VUELO DE LA GARZA

Calor
desolación
silencio yermo.
Los cactus resquebrajados
izan sus espadines entre el mustio quintral,
Mastico la roja urdimbre que parasita entre sus brazos,
tratando de atrapar la gota amarga y áspera
que mitigue la sequedad del mundo.
Es enero,
la hilera de huesos caprinos gritan ríos secos.
Respiro desalentada este siglo apocalíptico
que avizoro egoísta, estéril, fatal.

Perdido en las desérticas serranías
un ojo azul borbotea leche transparente y fecunda.
Una garza peregrina baja y picotea.
Mi desolada mirada sigue presurosa
el cristalino fluir que se consume
en las tierras agrietadas delpáramo.

La garza queda meditabunda
sobrecogida en su pata azul,
más de pronto alza el vuelo,
blandamente revolotea remontando las alturas,
y se pierde como feble línea en el cielo.

Traspasó los contrafuertes cordilleranos.
No una, sino miles de gráciles garzas
vienen a mi encuentro con sus albos gorjeos.
Mis pupilas reverdecen.
Amplias praderas, plantíos inconmensurables de dulce caña.
Reminiscencias de grilletes pueblan mi memoria.
Cientos de espaldas sudorosas reverberan
y una niebla espesa escapa desde la húmeda floresta.
Cae la lluvia
dulce,
vital y
doliente.

sábado, 24 de noviembre de 2012

EDMÉE COBO GIANCÁSPERO

EDMÉE COBO GIANCÁSPERO
1950 -
(chilena)


LLUVIA NO TE DETENGAS

No te detengas lluvia
No te detengas
A cantaros te quiero
con golpes sobre el suelo

Moja bien mi cuerpo, porque es todo tuyo
Moja los senderos y lava el orgullo
Porque el lodo es negro, como negro el frío
Moja bien los surcos, mientras canto y rio
Porque habrá geranios
y un amor en Junio

Moja mis cabellos en claro y oscuro,
Cambia sus colores, sin prisa, ni apuro
Deja que se tiñan de rojo en el muro
Que se vayan lejos y que vuelvan luego
Que vuelen al viento......lean el futuro

Moja bien el musgo, que lo quiero verde
Más verde que antes, que lo quiero fresco
Que lo quiero limpio como quiero el alma

Quiero  que la vida se tome un buen trago
Y que mire el alma
de frente
de espaldas
y brinde conmigo
mientras corre el agua


LLUEVE Y ES INVIERNO

Esa lluvia del sur que conoce Agosto
Que me llega fresca, que me llega viva
En golpes de greda y en trozos de vida

Ingratos recuerdos, en gotas caminan
Entre los tejados ajenos de espinas
Intensos de rojos, maduros de arcilla

Mi alma se agita, buscando en la lluvia
Un viejo verano, de ojos intensos
Que lleva tu nombre y abriga mi invierno
Al llegar la aurora cuando el musgo es verde
Cuando todo es agua y los rayos tiemblan
  
Esa lluvia a cántaros, de gotas y tierra
Golpea
            y
                golpea

Y entre tanto adiós..
El viento se queja, me rompe los huesos
Dice que el nogal se durmió sin hojas
Dice que es invierno en la fría baldosa
  


viernes, 23 de noviembre de 2012

MARIANELA PUEBLA

MARIANELA PUEBLA

NIÉGOME

Niégome
a la noche solitaria,
al abrazo gélido,
a la muerte
que oscila en un péndulo,
incursiona,
intimida,
pasa rozando el dorso de mi espalda,
la tez de mis sueños
con sus alas tenebrosas,
amedrentando todo desafío.

Niégome
a la soledad inaudita del adiós,
al silencio penetrante
que envuelve sus palabras y convierte a la lengua
en la víbora, lupus aniquilador.
A la mudez de espanto que queda
seguida del último beso no dado
y esconde al enloquecido llanto
en el laberinto sigiloso de la mente.

Niégome
a la página en blanco
después de la caricia reservada
escrita con letra agónica y sin huella,
deslizándose por la fisura de la piel
de un deseo.
Tal vez me rebelo a la cortina ajada
que no deja penetrar los ojos del infinito
y deshacer el contubernio
entre soledad y silencio.

Niégome
a todo y a carencia,
a vivir ausente, a sentir galopar
el reloj de arena
por la desértica playa,
}sin que nadie lo domine
y ocupe sus horas en hacer el amor,
o copule orgasmos en la luna
mientras vamos en un sueño,
recuerdo,
intentando desovillar lo perdido
en un instante.
No es así, no .
No se puede volver atrás
borrar como quien borra un cuaderno.
No, la noche nunca reemplazará al día,
lo perdido es irrecuperable.

Niégome
alas tinieblas sin la esperanza de que
un rayo rasgue su monotonía.
A caminar desnuda por el filo del resentimiento,
a desear sin ser deseada,
a besar un fantasma que cruza otra dimensión
dejando indiferencia, solo eso,
un profundo olor a ruptura,
un soplo de palabras desarticuladas.

Niégome
a ser aquello, un objeto,
un mueble que acumula polvo cósmico en la esquina
de un corazón rencoroso.
Hay actitudes que son latigazos,
dominio,
castigo.
Ser aquello que alguien manipula.
Ser y no ser arcilla en las manos
de un hechicero,
encantamiento,
seducción,
fascinador de momentos
cuando el calendario es el preciso.
Cuando eres lo fácil,
dúctil,
condescendiente,
sensible a las palabras, al roce,
a la ilusión.
No, alguien debe decir basta,
manipular la situación,
derribar la puerta del desamparo
y gritar hasta salir a la luz,
hasta ser escuchada,
rescate,
pensamiento,
llanto,
ser solo eso,
un mortal con sueños y deseos.

Niégome
          niégome
al abandono,
a la herida que no sangra,
la palabra que golpea y no toca
y deja un surco en la piel,
sílabas muertas,
difíciles de restablecer.

Sí, lo digo hoy, lo diré mañana.
Niégome a desperdiciar
mi vida en una oscuridad
sin esperanza.
Niégome.
              Niégome.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

ANA LUCIA MONTOYA RENDÓN

ANA LUCIA MONTOYA RENDÓN
1953 -
(colombiana)


¿DE QUÉ ERA LA PIEL?


era de viaje, de voz y beso
era de tono rosa
con corola de secretos y suspiros

era de notas musicales y quejidos,
de traje suelto,
era de noche y velo,
era de torso erguido y de mirar erecto,
era de cadencias, era péndulo,
era gracioso borboteo

era umbral y matinal reposo,
era un demonio ardiendo

¿de qué era la piel?

era un conjunto de esquelas,
era archivo,
era un mensaje abierto
era... un sí,
que, como agua fue fluyendo























































































































 
noviembre 2012

JUAN LUIS PEÑA

JUAN LUIS PEÑA
1915 - 1962
(español)

PUERTO SIN LUNA

Hubo en mi vida un puerto
solitario.
¡Cómo olvidar la noche
que lo crucé, a mis penas de joven entregado
La negra mar bramaba.
Hacia el faro,
blanca estela de luz,
y en la sombra perdido, yo avanzaba angustiado.

era cieg el dlor.
Ya sin ánimo
-cristal que se quebrara-,
el corazón caído vibraba alucinado.

Noche: puerto sin luna,
aún muchacho,
cuando brotó en mi sangre
esta melancolía que nunca me ha dejado.


DAMAS EN LA NOCHE

Damas de noche, junto al muro transmitíais
olor blanco que embriaga,
hacéis brotar
la sombra del muchacho y quietas nubes blancas.

La luna que en el cielo se hacía brilladora,
rumor lento de ramas,
quedo rondar,
y el aura que crujía en torno de la casa.

Era fuego tu amor y mi espíritu ardía,
oh sigilosa llama,
y al avanzar
fosforeció en los vidrios de tu ventana abierta.

Brillo fue de tu espejo y alumbró tu hermosura
vibrando en tus pestañas,
fue en tu soñar
ardientísimo rayo que tu boca besaba.

OTOÑO DESDE UN PUENTE

Translúcida blancura de las nubes
flotando en el azul vago del cielo;
pies veloces que cruzan por el puente
ensombreciendo el agua.

Todo pasa fugaz; hasta la risa
de la muchacha en flor, hasta su cuerpo
que el otoño madura dulcemente,
¡una de amor dorada!

¡Quién es en la baranda, erguida sombra,
oteando una luz de lejanía?
¡Por qué el luciente espejo de la noche
embebece las almas?

Al vibrar de las ondas fugitivas
cambia la amarillez de la corriente,
tal la vida del hombre que la sueña,
eterna y renovada.

Alzo los ojos, miro la ribera
de los chopos y gozo en lo creado,
mientras la vida dice su secreto
a un corazón que canta.

martes, 20 de noviembre de 2012

MARIA BENEYTO

MARIA BENEYTO
1925 -
(española)


NUESTRA SEÑORA DE LOS ALBAÑILES

No te saben ahí. No te conocen.
Ellos juntan ladrillos, hambre, sexo.
Son hombres, sí, lo son de vida fosca
por dentro de la piel y las pasiones.
Edifican perpetuos rascacielos.

Virgen arriba, toda nube, ¡miras?
Y la luego es ya la hora. Y comen lentos
algo de sol y acera en sus comidas.
Y dicen sus palabras, las tremendas,
(¡Tan de niños y hombre de la muerte!)

Señora, viva en el trastiempo, ¡oyes?

Huelen a sombra, sombra de una cueva,
Ese olor impaciente les anuncia,
rebasa cada día, declinado
el domingo de olas y alegrías.

¡Huele su fiero y ocre olor humano?

Gustan la hembra. El vino fulgurante
de las tabernas amorosas, suyas.
Comen lo justo para su hambre bronca.
Les alimenta el hambre, boca oscura.

¡Gustas sus hambres, tú, mujer celeste?


Lo negro tiene vida en las pupilas
febriles, donde sale a ver el aire,
lo negro es como un río que se vierte
hacia un invierno de cristal y azufre.

¡Toca tu luz tanto carbón helado?

Edifican. Un alfo rascacielo.
Casi oyen las alas. Casi oyen tu música.
Si descendieras hasta las terrazas
 y acercaras tu voz. ¡una palabra!
Si les dijeras solamente_ ¡hijos

NURIA PARES

NURIA PARES
1925 -
(española)

PALABRAS...

A veces, cuando leo
esas viejas palabras de la tierra
que jamás pronunciamos, siento
crecer hacia lo hondo mis raíces
ya acostumbradas a horadar el viento.
Suenan en mis oídos, me acompañan,
dialogan entre ellas como el lento
y despacioso doblar de las campanas
de la iglesia mayor y el tintineo
humilde de una esquila.
Yo no iría por la calle como el tonto del pueblo
hilvanando palabras sin sentido:
<bancales y serones, pan cenceño,
enebro flor de jara, cardelina...>.
Palabras de la tierra, campaneo
del alma, regusto amargo y dulce,
hondo sentir que le pregunta al tiempo
a este doblar de las palabras viejas
no es ya un doblar de muerto..

CANCIÓN DE VIDA

Por un laberinto,
calle del deseo,
buscándome el alma,
hallándome el cuerpo.

Por un laberinto,corredor del sueño,
vueltas y revueltas
me busco y te encuentro.

Por un laberinto, callejón del miedo,
cada vez más hondo,
cada vez más lejos.

Por un laberinto,
senda del misterio,
con la muerte al hombro
y el andar ligero.

Por un laberinto...

lunes, 19 de noviembre de 2012

ANGEL GONZÁLEZ

ANGEL GONZÁLEZ
1925 -
(español)

DOMINGO

Domingo, flor de luz, casi increíble
día. Bajas dobre la tierra
como un ángel inútil y dorado.
Besas
alas muchachas
de turbia cabellera,
vistes de azul marino
a los hombres que te aman, y dejas
en las manos del niño
un aro de madera
o una simple esperanza.
Repartes
golondrinas, globos de primavera,
te subes a las torres
y giras las veletas
oxidadas. Tu viento agita faldas
de colores, estremece banderas,
lleva lejos canciones
y sonrisas, llena
las estancias de polvo plateado.
Los árboles esperan
tu llegada
para cubrirse de gorriones. Sabe más fresca
el agua de las fuentes.
Las campanas dispersan
palomas imprevistas
que vuelan
de otro modo.
No hay nadie que no sepa
que es domingo.
                     Tu presencia
de espuma lava,
eleva,
hace flotar las cosas y los seres
en un nítido cielo que no era
-el lunes- de verdad:
apenas desteñido papel, vidrio olvidado,
polvo tedioso sobre las aceras.

SONETO

Donde pongo la vida pongo el fuego
de mi pasión volcada y sin salida.
Donde tengo el amor, toco la herida.
Donde dejo la fe, me pongo en juego.

Pongo en juego mi vida y pierdo, y luego
vuelvo a empezar, sin vida, otra partida,
Perdida la de ayer, la de hoy perdida,
no me doy por vencido, y sigo, y juego

lo que me queda.: un resto de esperanza.
Al siempre va. Mantengo mi postura.
Si sale nunca, la esperanza es muerte,

Si sale amor, la primavera avanza.
Pero nunca o amor, mi fe segura:
jamás o llanto, pero mi fe fuerte.


domingo, 18 de noviembre de 2012

EDUARDO ANGUITA

EDUARDO ANGUITA
1914 -
(chileno)


Herido Abierto
Para que la rosa entre y queme
Cuando la ola entra en el mar
Y adentro nos miremos y yo memreconozca en el lla en ti
En tí la ola translùcida y ardiente

Ola mía secreta y encendida
Cuando te deteienes con los labios al bordel del mar
El tiempo se hace silencio el cielo baja a él para dormir
Luego se yerque como un muro
Como un hombre
Como yo fragmento infinito innovado.

 Incócame boca de fuego en medio de la noche
Invócame campana que bate dentro de una herida
Herida creciente mía ábrete a la campana perpetua
Ella bate con certeza y me revuelve el rostro
Hasta volverlo un espejo destrozado
Donde el badajo aparece y reaparece
Galopando sobre el agua para que flote el rostro.

(Ella)-Yo quiero der un día en tu vida un fragmento eterno
Suspendida sobre tu cara como una ola sobre el mar
Intimamente deshechos y recuperados
Brasa y llama. Dolor y placer.

Y cuando el ardor del día se extinga
Con la última calridad solar del amor
Apagados profundamente Ardientemente muertos
Como destellos en las aguas Eduardo Anquita y Clara Arezzo.



































































































































































































sábado, 17 de noviembre de 2012

RAMÓN DE GARCÍASOL

RAMÓN DE GARCÍASOL
1913 -
(español)

MILAGRO DE CAMPO

¿Dónde aprendiste, campo claro, el canto
que tu paz y tu atención me dice en flores?
¿Cómo has podido hacerte esos colores
de hielo y niebla y del oscuro llanto,

del invierno sin fin hacerte tanto
primor de arroyos limpios y de olores
que trascienden a eterno, labradores
de esta cosecha en luces que levanto

de la sangre nevada y del olvido?
¿Qué manantial te da ese prodigioso
silencio tenso donde se revela

el milagro en lo oscuro presentido
de ver cómo nos basta su reposo
para dar alma al alma, aire a la vela?

TOLEDO

Toledo digo, y al decir Toledo,
la palabra me cae como una roca
salpicando cien lumbres a la boca:
la nostalgia futuro que no puedo

renunciar si primero no renuncio
a mí y a mis raíces y a mi entraña.
Toledo digo, por decir España,
y cuando digo España,al hombre anuncio.

Cuando digo Toledo, se encabrita
mi sangre, tal un potro con la espuela,
de entre mortaja en fófil alabanza.

y sigo vivo -¡qué tajo!-me gravita
hacia arriba -¡más alto!-donde vuela
entre los alcotanes mi esperanza.

LA CASA

La casa no es hogar, es una pena,
es una gran tristeza que supura
por volver a ser en ti segura.
La marea de luz creciente anega.

Conque estás en silencio, vuelve al pecho
la luz de la esperanza, al pulso el brío,
las aguas a su cauce, el canto al río,
la sangre a fecundar, Dios al barbecho.

En un rincón respiras, andas grave
en tus asuntos, junto a mi cuidado,
donde mi voz te alcanza, donde sabe

mi corazón que a un paso está en tus brazos,
y no se encrespa y rompe enamorado
como un mar preso dando coletazos.




viernes, 16 de noviembre de 2012

XIMENA SEPULVEDA

XIMENA SEPULVEDA
1932 -
(chilena)

SOMBÁMBULA

¿Quién soy? ¿A quién me entrego
cuando me quedo así,
callada,
mirando a través tuyo,
sola, sonámbula,
como si fuera transparente,
muda a tus ojos,
sola,
y ciega a tus palabras,
hechizada?

¿Quién soy, qué sueño,
inmóvil,
con las manos cruzadas
sobre el halda,
juntos y quietos
los tobillos inquietos
y los dedos cerrados a la danza?

No trates de alcanzarme,
no me alcanzo,
no me leo,
no trates de leerme,
no me leo,
no trates de llamarme,
no me escucho,
sola, sonámbula, hechizada.
Dime solo quién soy;
no digas nada...
No sé quién eres,
y saber lo que siento.
Tres cabezas de hombre
calla...

TRES NOMBRES DE HOMBRE

Tres nombres de hombres
llevo en mi abanico;
tres nombres de hombres
y un solo secreto:
tres raras cabezas
que he decapitado
por beber su sangre:
y saber lo que siento.
Tres cabezas de hombre
sangran tras mi risa,
tres cabezas de hombre
y un solo secreto.

Para recrearme
con sus tres suplicios,
fui gata o paloma,
pantera o cordero;
tres bocas de hombre
maldicen mi nombre,
ttrres bocas de hombre
y un solo secreto.

Me negué o me dí,
vestal o bacante,
candor o deseo.
¡Que cuándo mentí,
que cuando adoré?
Tres nombres de hombres
y un solo secreto.

Ahora que sabes
que cogí tres hombres
por tener sus nombres
para abanicarme,
podrías tenerme,
podrías matarme,
si es que no te importa
matar el secreto.

Tres sombras de hombre
llevo por cortejo;
tres nombres de hombre
y un solo secreto;
si es que siempre quieres
ser la cuarta sombra,
cuando haya croado
la última rana,
tarde, tarde, tarde,
vente hasta mi lecho.






ANAMARIA VERGARA

ANAMARIA VERGARA
1931 -
(chilena)


I

A veces existe el deseo
De cerrar puertas y ventanas
Y de echar a correr el agua...Dejar la tendalada
Y que nos respeten hasta las moscas

Que en medio del mar humano
Nos reconozcan
Por esa manera desesperada
Excéntrica
De llevar una flor o una bomba en la mano.

La hora herida detrás de los ojos
Un pelo desparramado
Palabras cortas y largas
Que no tienen para qué ser explicadas
Que nos reconozcan
Por nuestra forma única de vida
Por nuestra única muerte.

En las noches
Cerrar las puertas y echar a correr el agua
Inundando el aire
En un instinto diluviano
De grandes circunstancias
Donde deben morir los justos
Solamente los justos
Para que la mayoría se salve.

7

Hay un lagar.azul
Tal vez amarillo
El lugar del cohete
En el inmenso espacio del cielo
El lugar donde el aire
Nace para convertirse en viento
Y las nubes tienen extraña vibración de llanto
Un lugar donde el dolor se hace sueño
Donde las manos vuelan más allá de la tierra
Donde la risa principia a caer fuera del tiempo
Donde las voces se acaban
Donde no hay nadie
Sino la dimensión del aire
Donde se respira en un ritmo arterial y perfecto
El lugar del infinito silencio
Mucho más allá de este ruido
En el inmenso espacio del cielo.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

CARMEN CASTILLO

CARMEN CASTILLO
1923 -
(chilena)

INQUIETUD CONSTANTE

Soplo de Dios, por qué no fui paloma,
alondra, ruiseñor... por qué no fuere
si alada va mi sangre de horizontes
y un cielo de nostalgia me sostiene?

Extraña vengo del no ser al sido
y la tierra rechaza mi presente
y con él, tanto cielo capullado
en los íntimos patios de mi frente.

Temblorosa de arcanas inquietudes
de un azul a otro azul mi tiempo crece
floreciendo despierta la semilla
de arcanas latitudes que me duelen.

Oh, sangre de burlados horizontes,
floridos cielos que jamás reintegre,
derrotados anhelos luminosos
tras las finas batallas vehementes.

¡Ruede el dado temible del destino
sobre el torpe tapete de la suerte
y sus cifras arcanas se detengan
en el as luminoso de la muerte.

LAS MANOS

¡Magnetismo terrible de las manos!
¡Oh, múltiples fogosas maravillas
emergiendo del tallo de las brazos,
sorpresivos capullos de la intriga!

Manos-flores del prado femenino...
Rosas, lilas, jazmines de la Vida,
capullos de ternura, dulces lotos,
pasionales magnolias sensitivas!

Mas... ¡ay, las manos pulpos, manos sierpes,
viscosas, repugnantes, retorcidas...
¡Cómo espantan y asombran en la noche
abriendo sus corolas asesinas!

Y las manos-poetas, misteriosas,
translúcidas, vibrátiles, dolidas...
videntes manos sabias, manos lunas,
capullos de vivencia introspectiva!

¡Magnetismo mortal vertiginoso
de mirar y mirar tu forma viva!
¡Mi corazón conoce tus misterios!
¡Ay mano! ¡Humana mano! ¡Flor de vida!





LALA GARCÍA (VIENTO SERENA)

LALA GARCÍA (VIENTO SERENA)
1968 -
(puertoriqueña)









LALA GARCÍA (VIENTO SERENA)
1968 -
(puertorriqueña) 




 PERDER MI VERSO

Aplastante silencio el que emerge de mi delirio
despedazando mi piel sin misericordia alguna
es como si la musa azul se hubiera convertido en cruenta bruja
y contra mi haya decidido conjurar en la llanura

Llevo días y noches y noches y días
buscando en la oscuridad del alma unas tristes metáforas para una poesía
más ya estoy por darme por vencida
ando por las tumbas arrastrándome cual serpiente fría buscando una cueva donde depositar mis huevos antes de que los consuman las arpías
Qué dolor siento en mis senos
es como si tuviera que lactar un hijo pero este aún no sale de mis adentros
Y vuelvo a amarrarme al temor inicuo de mis días primeros
vuelven las mandrágoras y las gárgolas a burlarse de mi desenfreno
es que prefiero perder la voz antes que perder la locu

















































































jueves, 8 de noviembre de 2012

MARA ROMERO TORRES


MARA ROMERO TORRES
1975 -
(española)




Con la tranquilidad del trabajo bien hecho,
con la seguridad de un mundo dominado,
cada mañana pasa lista
el Miedo a sus vasallos:

-¡Inseguridad!
-¡Aquí!
-¡Fatalismo!
-¡Aquí!
-¡Ignorancia!
-¡Aquí!
-¡Castigo!
-¡Aquí!
-¡Culpabilidad!
-¡Aquí!
...

Todos están presentes:
-¡Azotad la mente del ser humano
para que no pueda descubrir
que la Libertad que busca
está en su propio interior
y siga siendo un esclavo!
¡Envenenad la Libertad
hasta que muera!
¡Distorsionad el espejo del pensamiento
para que no encuentren el camino
que los lleve a ella!

Después,
ceñida la corona de la historia,
se retira a vigilar
desde su cielo
seguido por la sombra
de su propio miedo.

“Cuentos de aceituna. Romances de una guerra

1

Se estrujaba la lumbrera
un genio buscando palabras,
para parar una guerra
usándolas como placas
protectoras de unos niños
con marchamo de rebajas:

¡Rodajas de corazón
que apenas muestran la tara!
¡Mercancía insignificante
que no merece atención,
más que en conmoción avara,
y se encuentran en cualquier parte!

Mi inteligente generación
nada ha aprendido
y, sin lágrimas de cocodrilo,
a vosotros, que sois mi Dios,
os pido:

A los recién nacidos
que en la cuna halláis la muerte
¡Perdón!
A los que habéis cambiado
los peluches por fusiles
¡Perdón!
A los que buscáis
comida en la basura
¡Perdón!
A los que os hemos quitado
la magia de los bosques
¡Perdón!
A los que os damos de herencia
una primavera de lluvia ácida
¡Perdón!
A los que os hemos quitado
la seguridad de un hogar
¡Perdón!
A los que os hemos parido
un mundo de miedo y llanto
¡Perdón!
A los que os hemos regalado
un planeta de globos negros
¡Perdón!
A los que...
¡Perdón!
¡Perdón!
¡Perdón!
  ...
“Cuentos de aceituna. Romances de una guerra”

2
Cuando digas que me amas
que mis cinco sentidos lo entiendan.
Así un impulso sin pretexto
me lleve a sentir mi cuerpo entre tus manos,
a ver tus ojos cerrarse junto a los míos,
a saborear el marco de tu sonrisa
y a oler la vida en tu piel,
oyendo en tu pecho el silencio.


Cuando digas que me amas,
y yo lo sienta en un beso,
habrás roto la distancia que me separa del cielo.


"al calor de la idea"





A mi vida vine sola,
a mi muerte sola voy.
Y en medio quedas tú,
pequeña niña mía,
engarzada en mis poemas;

latiendo en la tinta negra
que llena la página blanca;

amiga de la noche;

enamorada de la mañana;

vestida de hojas secas;

olvidada en un cielo gris;

llorando por el frío de una noche congelada;

buscándome en el recuerdo
del aro que dejó encendido mi pensamiento,
donde sabes que te espero
convertida en brisa, en beso, en llama.


“Al calor de la idea”


3

Dime, corteza centenaria,
si en otro tiempo se acercaron a ti mis pasos
y si al reflejo de mis ojos o el sonido de mi voz
tremolaron tus tallos.
Dime, con ese hablar secular que te hace infinita,
si una vez me senté bajo tu sombra
y te llenaste de mí
para mantenerme en el tiempo.
Dime si estoy en tu memoria
como tú siempre has estado
en el impulso constante que me lleva a mi hogar,
a ese hogar del que me sacó un tiempo inmerecido,
un hogar en búsqueda compulsiva
cuya luz parpadea en acercamiento y al que sé que estoy,
por fin,
a punto de llegar.
Si me reconoces, mueve la frescura de tu tierra renovada
y prepara las raíces que festejan mi regreso.
Eres mi verdad.
Frente a ti,
el camino vivido se queda enzarzado en la memoria del aire
y te llevo un presente de pasos perdidos
que se han hecho profundos en los pies de mi aliento.
Dejo atrás un siglo de conatos paraísos
donde otros ojos adoptarán mi mirada.

Ahora que te tengo delante,
mi corazón se pregunta si en ti, como en mí,
palpita el recuerdo.

“Pañuelos de La Alhambra”


Busco en el terciopelo nocturno
el dedo invisible que dibuja en el aire
el mañana de la ciudad dormida.
Las calles abiertas se visten de fresco
y en algún mural debería quedar colgada
un poco de quietud para el nuevo día.
El durmiente siente breves las horas de sueño
y en su remoloneo pretende alargar el instante
de la ilusión fugaz de su almohada abrazadora.
En esta noche mía,
despierta ante todo lo dormido,
vaga un momento que debería ser eterno:
el lucero junto a la luna llena
en la hora de los barrenderos.



Diego de la Noche

Hermosa mujer, preciosa poeta, Mara Romero Torres es quizá hasta ahora la
mejor poeta de los últimos años. Es su poesía un canto a la vida, a la hoja que cae,
al trino de los pájaros; al viento que hace mariposas en el agua de la fuente, a la lluvia
que danza en los techos, al mar que levanta sus olas de protesta; al niño que se internará
en los caminos del hombre, a la mujer vestida de llamas y luceros, a todo ella les entrega
retazos luminosos de su vida. Hace más de un año Carlos Ordenes Pincheira la nombró
"Poeta-Reina", y con justicia. Es una mujer tan dulce y tan buena, además de ser hermosísima.
Es nuestra Poeta-Reina, es su voz que nos acaricia a muchos miles de distancia. Es la flor
más bella de toda España.Cómo no la va a querer el Poeta si es su Poeta-Reina...

 

martes, 6 de noviembre de 2012

JOSE ANTONIO MUÑOZ ROJAS


JOSÉ ANTONIO MUÑOZ ROJAS
19O9 -
(español)

LA MADRE

Y la madre soñaba oscuramente:
Será rubio, tendrá estos ojos mismos.
Lde amarán las muchachas. Una tarde,
de pronto, llorará junto a una rosa.

Le crecerá la angustia sin saberlo
y cada nuevo umbral será una herida.
Temblará al traspasarlos, hijo mío,
acaso una paloma, acaso nada.

El viento por la frente, las caídas
hojas que se acumulan, los rumores
del corazón callados. Nadie sabe
las formas repentinas de la dicha.

Yo lo siento aquí hondo en mis entrañas
el río de tus años que me deja
una nostalgia antigua, una dulzura
vieja en mi corazón como la sangre.

Me hace toda ribera, toda muro
donde lamen las aguas de tu vida.
Torno otra vez a ser niña jugando,
corriendo como niña entre las rosas.

¡Oh sueño en mis entrañas!¡Oh alto río,
resonando de siempre en mis entrañas.