martes, 20 de noviembre de 2012

MARIA BENEYTO

MARIA BENEYTO
1925 -
(española)


NUESTRA SEÑORA DE LOS ALBAÑILES

No te saben ahí. No te conocen.
Ellos juntan ladrillos, hambre, sexo.
Son hombres, sí, lo son de vida fosca
por dentro de la piel y las pasiones.
Edifican perpetuos rascacielos.

Virgen arriba, toda nube, ¡miras?
Y la luego es ya la hora. Y comen lentos
algo de sol y acera en sus comidas.
Y dicen sus palabras, las tremendas,
(¡Tan de niños y hombre de la muerte!)

Señora, viva en el trastiempo, ¡oyes?

Huelen a sombra, sombra de una cueva,
Ese olor impaciente les anuncia,
rebasa cada día, declinado
el domingo de olas y alegrías.

¡Huele su fiero y ocre olor humano?

Gustan la hembra. El vino fulgurante
de las tabernas amorosas, suyas.
Comen lo justo para su hambre bronca.
Les alimenta el hambre, boca oscura.

¡Gustas sus hambres, tú, mujer celeste?


Lo negro tiene vida en las pupilas
febriles, donde sale a ver el aire,
lo negro es como un río que se vierte
hacia un invierno de cristal y azufre.

¡Toca tu luz tanto carbón helado?

Edifican. Un alfo rascacielo.
Casi oyen las alas. Casi oyen tu música.
Si descendieras hasta las terrazas
 y acercaras tu voz. ¡una palabra!
Si les dijeras solamente_ ¡hijos

1 comentario:

  1. Excelente estructuración de este edificio de letras realizado por una muy buena poeta quizá no conocida
    como en verdad lo ha merecido... Sabemos que fue concertista de guitarra ofreciendo numerosos conciertos. Ha pasado gran parte de su vida en México.

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