viernes, 25 de enero de 2013

JULIO FLOREZ ROA

JULIO FLOREZ ROA
1867 - 1923
(colombiano)



  • dime: cuando en la noche te despiertas
    y hundes el codo en la almohada y lloras...
    y abres entre las sombras las inciertas
    pupilas como el sol abrasadoras;
    ¿en qué piensas? ¿en qué? ¡pobre ángel mío!
    Piensas en nuestro amor despedazado
    ya, como el junco al ímpetu bravío
    del torrente que salta desbordado?
    ¿Piensas tal vez en las azules tardes
    en que a la luz de tu mirada ardiente,
    mis ojos indecisos y cobardes
    posáronse en el mármol de tu frente?
    ¿O piensas en la hojosa enredadera
    bajo la cual un tiempo te veía
    peinar tu ensortijada cabellera,
    al abrirse los párpados del día?
    ¡Quién sabe!... no lo sé, pero imagino
    que en esas horas de aparente calma,
    percibes mucha sombra en tu camino,
    ¡sientes muchas tristezas en el alma!
    Mas... otro amante extinguirá tu frío,
    yo sé que tu pesar no será eterno;
    mañana vivirás en pleno estío...
    y yo, con mi dolor... ¡en pleno invier



  • A MIS CRÍTICOS

    Si supiérais con qué piedad os miro
    y cómo os compadezco en esta hora.
    En medio de la paz de mi retiro
    mi lira es más fecunda y más sonora.

    Si con ello un pesar mayor os causo
    y el dedo pongo en vuestra llaga viva,
    sabed que nunca me importó el aplauso
    ni nunca me ha importado la diatriba.

    ¿A qué dar tanto pábulo a la pena
    que os produce una lírica victoria?
    Ya la posteridad, grave y serena,
    al separar el oro de la escoria
    dirá cuando termine la faena,
    quien mereció el olvido y quien la gloria



  • TODO NOS LLEGA TARDE

    Todo nos llega tarde... ¡hasta la muerte!
    Nunca se satisface ni alcanza
    la dulce posesión de una esperanza
    cuando el deseo acósanos más fuerte.
    Todo puede llegar: pero se advierte
    que todo llega tarde: la bonanza,
    después de la tragedia: la alabanza
    cuando ya está la inspiración inerte.
    La justicia nos muestra su balanza
    cuando sus siglos en la Historia vierte
    el Tiempo mudo que en el orbe avanza;
    Y la gloria, esa ninfa de la suerte,
    solo en las sepulturas danza.
    Todo nos llega tarde... ¡hasta la muerte!


1 comentario:

  1. La triste realidad de los poetas quededican su vida a la poesía y obtienen como recompensa el olvido. Porque los poetas deberían ser conocidos no solo en su patria por alguna pocos habitantes sino en todo el mundo.Tenemos demasiados ejemplos acerca del olvido. Poetas de real calidad son presa de laindiferencia de moros y cristianos. Benditos sean todos.

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