ALICIA NIEVA
1931 -
(chilena)
SUPERFICIAL
No quiero que eches raíces hondas,
florece apenas sobre mi tierra
y deja luego que se marchiten
todos los pétalos sin dejar huella,
quiero que seas como una nube
que en el estío moja y refresca
y que se esfuma sin saber como
y en el invierno ya nada queda;
quiero que seas como el relámpago
que rompe el negro de la tormenta,
que alumbra el cielo sin hacer daño
y que estremece las aguas quietas.
Que no haya anclas que toquen fondo,
solo dibujos sobre la arena
y que el velero de nuestros sueños
se aleje lento de la conciencia.
DESILUSIÓN
Un torbellino de luces
rompió tu estrella dormida
y esparció por los caminos
lluvia de pena y ceniza:
era un trozo de tu alma,
pero tú no lo sabías,
descubriste su existencia
cuando caía hecha trizas.
Tus bellos ojos de niño
miran a la lejanía,
buscando en tus lunas blancas
y en tu jardín ya sin risas
las palabras que no llegan,
las respuestas que vacilan.
Los pájaros de tus versos
ya no aletean ni trinan,
se han detenido tus ríos
y tus mares y tus brisas,
para convertirse en llanto
por tu estrella destruida
y hay en tu mirada absorta
una pregunta infinita.
Su acento es nostálgico y doloroso, hace del recuerdo un pincel y con el va pintando ausencia, calles, entornos, noches, rostros luminosos que un día repartieron lunas y soles.
ResponderEliminarAlicia Nieva, mujer maravillosa, con mucho de España en su alma, era tranquila, tierna, y su misma voz era un poema de excelsa ternura...