viernes, 21 de junio de 2013

CARLOS DE ROKHA

CARLOS DE ROKHA
1920 -1962
(chileno)

EL ABUELO

Amigo de los niños, del trigo, de los pájaros,
vivió cantando cada día en la verde colina
y se fue como siempre una vez bajo ese árbol
que le daba la sombra como una mano alada.

Era así el dulce abuelo-

Se ponía en las tarde a dormir junto al fuego
y esperaba su vivo con paciencia de santo,
en sus ojos vivían visiones campesinas
de caballos arando, de ganado que pace
cuando se muere el día a un golpe de ceniza
y el sol deja su mancha de sangre sobre el pasto.
De estirpe casi céltica venía de las islas
y fumaba su pipa recordando los barcos
en que viajó de joven hacia un mundo ignorado.

Tuvo una estampa noble de heráldicas presencias
y su barba muy rubia evocaba el pasado
de un  rey que en el destierro conquistó otros países.
Fue sereno, guerrero, soberbio, desolado,
y leía en la biblia las lecciones de Cristo.
Vivió para los suyos, dejó un libro de viajes
y su bastón de caña aún recuerda sus manos
y la fuerza salvaje de sus puños de atleta.

Al final de sus días tuvo nietos que amaba
y su savia fecunda le dio un último nombre
de varón de comarcas que holló con sus pisadas.
Así fue el noble abuelo que hoy recuerdo llorando.
Así vive por siempre en la tierra que amaba.
Y hoy vuelve a mi memoria con talladas espuelas,
¡oh huésped trashumante de los días perdidos!

1 comentario:

  1. Un poeta de los grandes sin lugar a dudas, dueño de un lenguaje raro y altamente puro, se esperaban grandes hazañas poéticas por su condición extraordinaria de poner cada palabra...
    Talvez cansado del mundo y sus millones de tonterías y desastres, un día entre los días se quitó la vida... Recuerdo haberlo visto antes en
    un cafe. Lo noté demasiado triste y abstraído...

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