CAROS RENE CORREA
(1912 -
(chileno)
EL ROSTRO
No puedo alzar el rostro
tan carcomido.
Me da pena lo mires, descubrirás su fatiga,
sus ojos de ceniza.
De la nariz, mejor no hablar.
Destruida cerca de la boca
que ha comido alimentos
para no morir en medio de la tierra.
Pero debo alzarlo, es mi estandarte
de lágrimas y lluvia.
Tiempo que urge a la ventana,
a la luz,
para contar en tu mano los años.
Mi rostro caído y levantado,
herido en el viento.
Dudo si lo alzaré el día del triunfo.
Carlos René Correa era afable por nturaleza. Recorría el país vendiedo libros de cientos de autores, Su esposa, María Silva Ossa, lo adoraba y se precupaba en demasía cuando su poeta no llegaba temprano. Dos poetas que supieron vivir en armonía con varios hijos. Lo mismo sus amigos
ResponderEliminarJosé Miguel Vicuña y Eliana Navarro.¡Que maravilla
de cuatro seres que supieron encontrar el secreto para ser felices...