MARIA MONVEL
1889 - 1936
(chilena)
Mi hija juega en el jardín
y yo la miro quieta y triste,
triste de tanta dicha, triste
porque la dicha tiene fin.
Viene corriendo y se va luego
y me un beso y una flor;
su voz musita a veces un ruego,
a vez un ritmo encantador.
Es la mas linda de las flores.
En ella están dicha y dolor,
¿Qué han sido todos mis amores
comparados con este amor?
No pienso en destinos amargos,
en que las cosas tienen fin;
pero quisiera largos, largos
estos momentos del jardín.
Dolor, alma sufriente, horizontes trizados, sueños
ResponderEliminary tormentas entre campanas moribundas. su alma alzada como una mano que llama a esa luz que va dejando de ser em la distancia...
Poesía de excelente factura, agua del paraiso
para los sedientos, fanal de luces tristes, dulces...
Todo construye una estructura tan firme, tan ella y elevada, que no deja lugar a la duda:esta maravillosa poetisa es y será siempre una de las cumbres más altas de la poesía.