LEONORA VICUÑA NAVARRO
(1952)
(chilena)
.
PUERTO PERAL REVISITADO
A mis abuelos Fortunato y Guillermina
1
Todos los días son buenos para morir
Cuando llueve
Y se empañan los anteojos del abuelo
A quien nunca conocí
Sobre el aparador del comedor de diario.
Un repentino rayo de sol
Y vuelven a llenarse de trigo los graneros.
Y los vapores vuelven a serpentear el río Imperial.
Y el muelle del desaparecido puerto se llena de viajeros...
Como en la infancia
Las ilusiones del jardín florecen
Y las grosellas maduran bajo los tilos cargados.
Cruzan bandurrias y patos silvestres con cantos salvajes
Bajo arcoíris dibujados por el sol y la lluvia.
Se oyen murmullos de alegres pescadores
Que recogen las redes cargadas de peces.
En el rescoldo tibio del fogón
Duermen las tortillas de los jornaleros.
Las mujeres preparan trapi, muday, jugo de maqui
Y en el patio los niños bailan tchoike
Hacen rondas, pequeños juegos...
2
Ahora llueve.
El cielo plomo pesa sobre el muelle destartalado.
No hay peces en el río.
Y los vapores legendarios quizás nunca existieron.
Un musgo amarillento cubre los graneros desvencijados.
El moho, el liquen, la zarza, se enmarañan a los cercos
Que ya nada cuidan ni protegen.
Allí,
Sentada en la eterna mecedora
de la casa abandonada desde años
La abuela teje serena,
Ajena al tiempo.
Se mece dulcemente y sonríe...
Todos los días son buenos para morir
- dice -
Y desaparece
Bajo la lluvia inesperada del verano.
Una gran exponente de la buena poesía chilena es Laura Vicuña Navarro, ella posee genes maravillosos por parte de sus padres los queridos poetas y amigos José Miguel Vicuña Y Eliana Navarro.Pienso
ResponderEliminarque su poesía (la de Laura) es un grande y largo homenaje a sus amados padres. Amén.