viernes, 1 de febrero de 2013

PAUL VERLAINE

PAUL VERLAINE
1844 - 1896
(francés)

GREEN
 
Greensa? ¿Frágil rubia? Lo ignoro.
¿Su nombre? Lo imagino por lo blando y sonoro,el de virgen de aquellas que adorando murieron.
y tienen los acordes de su voz, lenta y grave,
un eco de las voces queridas que se fueron...
mi corazón ingenuo que a tu bondad se humilla;
no quieran destrozarlo tus manos cariñosas,
tus ojos regocije mi dádiva sencilla.
las auras matinales cubrieron de rocío;
como en la paz de un sueño se deslice a tu lado
el fugitivo instante que reposar ansío.
reclinaré, jugando con tus bucles espesos,
sobre tu núbil seno mi frente soñolienta,
sonora con el ritmo de tus últimos besos.
En la gruta donde nos amamos,
Tiene su particularidad.
Una tiene la púrpura de nuestras almas,
Hurtada a la sangre de nuestros corazones,
Cuando yo ardo y tú te inflamas;

Esa otra simula tus languideces
Y tu palidez cuando, cansada,
Me reprochas mis ojos burlones;

Esa de ahí imita la gracia
De tu oreja, y aquella otra
Tu rosada nuca, corta y gruesa;

Pero una, entre todas, es la que me turba.

Una tiene la púrpura de nuestras almas,
Hurtada a la sangre de nuestros corazones,
Cuando yo ardo y tú te inflamas;
Esa otra simula tus languideces
Y tu palidez cuando, cansada,
Me reprochas mis ojos burlones;

Esa de ahí imita la gracia
De tu oreja, y aquella otra
Tu rosada nuca, corta y gruesa;

Pero una, entre todas, es la que me turba.

Esa otra simula tus languideces
Y tu palidez cuando, cansada,
Me reprochas mis ojos burlones;
Esa de ahí imita la gracia
De tu oreja, y aquella otra
Tu rosada nuca, corta y gruesa;

Pero una, entre todas, es la que me turba.

Esa de ahí imita la gracia
De tu oreja, y aquella otra
Tu rosada nuca, corta y gruesa;
Pero una, entre todas, es la que me turba.

Pero una, entre todas, es la que me turba.
calma un poco, oh fogosa, tu fiebre pasional;
la amante, a veces, debe tener una hora pural
yo prefiero al espasmo de la hora violenta
el suspiro y la ingenua mirada luminosa
y una boca que me sepa besar aunque me mienta.
y que grita en tu sangre la más loca pasión;
deja que clarinee la fiera voluptuosa.
En mi pecho reclina tu cabeza galana;
júrame dulces cosas que olvidarás mañana
Y hasta el alba lloremos, mi pequeña fogosa.

En mi pecho reclina tu cabeza galana;
júrame dulces cosas que olvidarás mañana
Y hasta el alba lloremos, mi pequeña fogosa.
de una mujer ignota que adoro y que me adora,
que, siendo igual, es siempre distinta a cada hora
y que las huellas sigue de mi existencia errante.
para ella, que comprende lo que mi mente añora;
ella me enjuga el llanto del alma cuando llora
y lo perdona todo con su sonrisa amante.
Como el de las estatuas es su mirar de suave
Versión de N
Te ofrezco entre racimos, verdes gajos y rosas,
en el jardín umbroso mi cuerpo fatigado
Cuando en mis sienes calme la divina tormenta,
Versión de Víctor M. Londoño


LAS CONCHAS

Cada concha incrustada


LASITUD

Encantadora mía, ten dulzura, dulzura...
y amarnos con un suave cariño fraternal.
Sé lánguida, acaricia con tu mano mimosa;
Dices que se desborda tu loco corazón
Versión de Emilio Carrere

 MI SUEÑO
 
Sueño a menudo el sueño sencillo y penetrante
Se vuelve transparente mi corazón sangrante
¿Es morena ardoro
Nicolás Bayona Posada

1 comentario:

  1. Pual Verlaine, llamado el príncipe de los poetas es portador de una poesía de altísimo vuelo y ello idica el porque de su apodo. Fue querido y admirado y aún lo es. Es lo que merece un verdadero poeta...

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