FRANCISCO GINER DE LOS RIOS
1917 -
(español)
LOS TERCETOS DEL SENA
Desde mayo y Paris la flor del Sena,
me vuelvo a tu luz, España mía,
y encuentro el corazón hondo en su pena,
pero alto de esperanza, en la porfía
de alcanzar tu canción y tu ventura,
camino entre el dolor y la alegría.
El Sena me acompaña, y la frescura
que trasmina el castaño -su ancho leño
vuelve tierna la piedra en la verdura-
me lleva hacia la hora en que te sueño
con más terca pasión, ya sin fatiga,
pues van parejos siempre fe y empeño.
La primavera dulcemente hostiga
toda la luz del mundo aquí encerrada.
Muere la tarde sin que me persiga
otro afán que encontrarte, tierra amada.
Con el río que canta tiernamente
la redondez del agua aprisionada
mientras llega la noche blandamente,
por tus agrios pinares y tu sierra
paseo mi nostalgia enteramnete,
España de mi paz y de mi guerra.
La nostalgia del español fuera de su España es cruel y aterrante, es una campanita de dolor que siempre está vibrando. Es tan grandiosolo perdido que las lágrimas afloran y el deseo de estar entre sus piedras (cada una de ellas es un monumento) la sierra, el río, los arboles con sus hojas renovadas y un viento que se supone es distinto... Volver un día a caminar por sus senderos, sus pueblos de historias eternas y la guitarra que nunca cesa de hablar de España, tierra amada por siempre,aunque ya no se vea más... Es una tristeza que no la mata ni la muerte...
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