SUSANA MARCH
1918
(española)
MIO
Ven, acércate...
Dame tu mano. Reposa tu cabeza
en mis rodillas.
ven.
¡Qué dulce tu compañía!
Lejos, más allá de ti, está el silencio,
la soledad, el frío.
Yo me recojo en ti. Acerco a tu hoguera
mis manos ateridas.
¡No me dejes nunca!
¿Qué haré cuando te vayas
con tu mundo a la espalda, qué haré?
Pasará una mujer hermosa
y te irás.
Dirás: -Madre, es la vida.
Y yo no podré, ni sabré, ni querré retenerte.
-Es la vida- diré.
Ven, acércate.
Dame tu mano. Reposa tu cabeza
en mis rodillas.
Ven...
¡Què hermoso tenerte niño,
entero mío, esta tarde!
La sensación no grata de saber que un día el hijo partira tras otros horizontes. El miedo que ese tesoro de ternura crezca y un día -como no esperado tan pronto- el hijo coja sus cosas y se marche a lo desconocido, esos monstruos con miles de garras que son las ciudades del mundo...
ResponderEliminarSusana March es brillante, poeta que da testimonio, con su magnífica obra, cuán capaz es la mujer en elmundo.